jueves, 28 de febrero de 2019

EL MENSAJE DEL CLAROSCURO



Luz y sombras,claridad y tinieblas;luz conceptual y luz real,realidad amable y realidad dramática...esto es el "claroscuro".



El naturalismo de Caravaggio introdujo en la composición pictórica la dialéctica entre luz y la sombra.Para el pintor lombardo de nacimiento y romano de adopción,el foco lumínico artificial le servia para potenciar su mensaje plástico.
En su "Cena de Emaus"la luz dibuja a los personajes y se torna conceptual al potenciar el mensaje:Cristo resucitado se da a conocer a unos sorprendidos discípulos a través de la eucaristia"Hic Corpus meus est".La luz incide en el pan bendecido y revierte  sobre la figuras transformada en luz divina.



Velazquez,en su etapa sevillana,especula con el espacio y la luz en su conocida y paradigmática obra "Cristo en casa de Marta y Maria",más una escena de género que una obra religiosa:Segun las propias palabras de Jesus ,Maria simboliza la vida contemplativa,frente a Marta que es la vida activa.Maria es la luz,la pureza de la contemplación no contaminada por la realidad del mundo...
Un claroscuro lleno de intención marca la laboriosidad de Marta en primer plano y sutilmente nos introduce en una estancia llena de luz abierta en un segundo término en la que Cristo se dirige complaciente a la estática contemplativa Maria.EL "Ora" y el "Labora" se funden en un todo lleno de contenido didactico.



Rubens nos presenta a Cristo,que a través de su sacrificio en la cruz nos redime delpecado original...mácula,mancha,sombra...no-luz.En su Descendimiento,tabla central del triptico de la Catedral de Amberes,nos ofrece a través de una iluminación centrada en el cuerpo muerto de Cristo,la visión de la redención.
Y,¿que es la redención sinó la liberación? (oscuridad) frente al máximo amor del sacrificio (la luz de la salvación).



Encontramos idéntica antinomia en su "Lucha de San Jorge" (fiel correlato de Perseo liberando a Andrómeda) el esforzado caballero representa la victoria del bien contra el mal,de la luz sobre las tinieblas,del Arcangel San Miguel sobre Lucifer.
¿Que gran contradición que la representación del mal sea Lucifer,el "portador de la luz",aquel a quien Isaias dedica estos versos :
"¿...Como has caido del cielo,Lucero hijo de la Aurora?"



El claroscuro,en la acepción religiosa,tiene diversa solución y sentido en la época del Barroco.Desde Rivera a Murillo,las tinieblas se tornan luz.Asi el pintor de Játiva,en el primer tercio del siglo XVII,abunda en el tenebrismo como elemento plastico potenciador del drama representado.En su "San Sebastian",lacerado y asistido por Santa Irene y su criada Lucila,utiliza una potente luz que realza,enfatiza y monumentaliza la imagen del santo,que se convierte en imagen del héroe cristiano,en la luz a seguir.



Por su parte,en el segundo tercio del siglo XVII,el hispalense Murillo crea un atmósfera de luz no exenta de tonos oscuros en su "Virgen del Rosario".Sin embargo,lo que prima en esta representación es una luz amable que potencia la afabilidad del tema.




La realidad cotidiana en su aspecto burgués é institucional juega con la luz y la sombra,acentuando en el primero de los casos la luminosidad frente a la oscuridad.Asi el holandés Frans Hals en su "Bufon con laúd" nos quiere transmitir la alegria de vivir en relación a los sentidos del hombre:la música respecto al oido ,uno de los sentidos  satisfechos.




Asi mismo Nicholas Maes en su cotidiana representación de "Mujer pelando manzanas",tenemos una clara relación con el sentido de la vista,él nos sigue ofreciendo una luminosidad intrinseca.




En un sentido opuesto.es decir...la sombra dominante,Abraham Mignon en su "Bodegon de fruta"nos muestra el rápido devenir de la belleza a la decrepitud...de la luz a la sombra...de la vida a la muerte.
Los colores intensos,como simbolo de las vanidades terrenales son en si mismos un claroscuro que cada vez se torna mas tenebrista a pesar de su brillante inicio.



Rembrant,ama la luz natural,su conocida "Parábola del hombre rico" significaria el paso de la oscuridad ,solo rota por la luz artificial de una vela ,luz que va a la luz que se puede observar en la "Ronda de noche" que al despuntar el alba  la traerá Febo en el carro de la Aurora.



Finalmente,el claroscuro en su mas trágico conceptualismo,acentúa el dramatismo,cosa que logra Goya en la representación de sus pinturas negras como "Viejos comiendo sopa".
El claroscuro es...lumínico,tenebroso,realista,compositivo,vital,escatológico y efectista.
La pintura es...forma,luz,color y sombras.







miércoles, 6 de febrero de 2019

JOACHIM BEUCKELAER Y LOS ELEMENTOS



Pintor flamenco de temas religiosos, escenas profanas y naturalezas muertas. Podría ser hijo del pintor Mattheus Beukeleere, inscrito en el Gremio de San Lucas de Amberes en 1535, pero del que no conocemos ninguna obra. Estudió con Pieter Aertsen, quien en 1542 se había casado con su tía Katelijne Beuckelaer. En 1560 contrajo matrimonio con Magdalena Schrijvers. Parece que tuvieron dificultades económicas y que, para subsistir, se vio obligado a trabajar para otros maestros pintores. Heredó de Aertsen no solo el nuevo repertorio iconográfico, sino que también adoptó su lenguaje estilístico y su forma de pintar y aseguró el éxito y la difusión de estas nuevas composiciones.


Beuckelaer pintó tanto escenas religiosas clásicas como escenas de mercado. Se especializó en un tipo de pinturas de tema religioso asociado a una representación aparentemente profana. En ellas desarrolla un código visual que tiene su origen en Quinten Massys y en el que la yuxtaposición de planos, con la escena profana en primer término, encarnando el mal ejemplo, y la escena religiosa al fondo, en tonos apagados, le permite un juicio moralizante. La perspectiva se sirve, a menudo, de arquitecturas inspiradas en los tratados de Serlio y lleva la mirada del espectador hacia la escena religiosa. Su aportación al renacimiento se sitúa más bien en el campo de la iconografía, que materializa el nuevo gusto antuerpiense por la pintura más anecdótica y decorativa. La prioridad decorativa, los colores sorprendentes y las convenciones espaciales acercan la obra de Beuckelaer al manierismo internacional.



Muchas de sus pinturas contienen escenas de cocina y mercados, con alusiones religiosas en el fondo. Su serie sobre los Cuatro elementos, en la National Gallery de Londres, ejemplifica este tema a gran escala. La obra de Beuckelaer fue influyente en pintores del norte de Italia, en particular Vincenzo Campi.


En este cuadro, ‘Aire’, diferentes tipos de aves se ofrecen para la venta, algunos todavía vivos en grandes cestos de mimbre, otros muertos y listo para arrancar. En el plato en el centro del primer plano son los conejos y los huevos a cualquiera otro en una cesta y un montón de quesos. En el centro de la composición, a la distancia, el hijo pródigo se muestra inclinado contra una mujer de una manera disoluta.



En esta obra, el Agua, se muestra un mercado de pescado vendiendo doce tipos de pescado, representando a los Doce apóstoles de Jesús. A través de un arco en el fondo vemos a Jesús caminando sobre el mar de Galilea después de su resurrección, haciendo que los peces aparezcan milagrosamente en redes vacías.


En este cuadro, ‘Tierra’, los productos de la tierra se presentan con gran fuerza: las verduras de la canasta en poder de la mujer a la izquierda, caen en cascada hacia el espectador. Dieciséis diferentes variedades de vegetales y frutas han sido identificados. Las diminutas figuras de la Sagrada Familia se puede ver cruzar un puente a lo lejos a la izquierda.


El fuego, es una de las obras más ambiciosas Beuckelaer, en esta obra se combina la naturaleza muerta de los cuartos traseros de carne con aves de corral en preparación para cocinar en el fuego, se utiliza un excelente uso de la perspectiva introduciendo múltiples puntos de fuga. Más allá de la cocina Cristo aparece sentado con Marta y María.


martes, 5 de febrero de 2019

LA ALEGORIA DE LA VILLA DE MADRID Y FRANCISCO DE GOYA


Francisco de Goya pintó esta "Alegoría de la Villa de Madrid" en el año 1809. Es un óleo sobre lienzo pintado cuando la capital estaba ocupada por los franceses. En él aparece una alegoría de la ciudad: una mujer de armoniosas proporciones, tocada con corona y vistiendo túnica blanca, apoyada sobre el escudo de Madrid y señalando con la mano un óvalo donde, en un primer momento, el artista pintó la cara del rey francés, José Bonaparte.
Pero ese óvalo tuvo que cambiar varias veces su contenido, para ir adaptándose a las circunstancias históricas. 
Ya lo afirma el hispanista francés, experto en Goya, Jacques Soubeyroux; “Goya en su obra aborrece cualquier reduccionismo porque su autor se muestra, simultáneamente, tradicional y culto, afrancesado y patriota, con y contra. Así, tan comprometido estaba con el liberalismo ilustrado de raigambre francesa como con el patriotismo popular español, al tiempo que denunciaba cualquier barbarie”.

Es importante tener esto en cuenta cuando estamos ante una obra de nuestro genial paisano Francisco de Goya y Lucientes.
No es muy habitual que "el aragonés" realice alegorías pues era más dado a pintar lo inmediato. Pero cuando lo tuvo que hacer ( en este caso y en la Alegoría de España, el Tiempo y la Historia ) recurre al estilo neoclásico. Sin embargo, su forma de trabajar es la de estos años, con una pincelada rápida y una fuerte luz que baña a las figuras, provocando una sensación atmosférica que recuerda a Velázquez. El vivo colorido empleado hace más atractiva una composición en la que las figuras se distribuyen en diferentes planos hacia el fondo para lograr el efecto de perspectiva, reforzado por las baldosas que observamos en el suelo. Una interesante imagen, especialmente por el significado que encierra.


Autorretrato de Francisco de Goya y Lucientes. 1815. Museo del Prado (Madrid).

En nuestra visita a la capital de España, nos acercamos a visitar el Museo de Historia de Madrid con la idea de poder contemplar la joya de la corona: “La Alegoría de Madrid”, obra de Don Francisco de Goya y Lucientes. La pintura fue encargada por el ayuntamiento de la ciudad, en donde estuvo ubicada hasta que en los años 80 del siglo XX se trasladó al Museo de Historia de Madrid, en donde lo podemos admirar hoy en día. También existe una réplica en el salón Goya de la Casa de la Villa.

Antes de hablar de esta preciosa y magnífica obra, haremos una pequeña introducción sobre el edificio que la cobija.  Situado en la popular calle Fuencarral, nº 49. El edificio destaca por su espléndida fachada barroca, obra cumbre del arquitecto Pedro Ribera. Durante el reinado de Felipe V, acogió el Real hospicio del Ave María y San Fernando, posteriormente el Museo Municipal de la ciudad, y hoy en día el Museo de Historia de Madrid.

Siempre comento que las obras de arte tienen vida propia, muchas de ellas te hablan, te pueden atraer o incluso incomodar. En una obra de arte no sólo hay pigmentos, figuras, etc., también podemos encontrar símbolos; pero sobre todo una historia, muchas veces desconocida en un primer momento, pero una vez que te has sumergido dentro de ella te permite comprender lo que ahí has podido admirar o simplemente contemplar. Bajo mi punto de vista esta pintura es una de las obras de arte con la cual puedes tener una agradable conversación. Este precioso óleo tiene un curioso relato dentro de un contexto histórico que no podemos dejar atrás: La Guerra de la Independencia española.

En el año 1809 el ayuntamiento de Madrid  pensó realizar un retrato al nuevo monarca de España, el francés José I, hermano de Napoleón Bonaparte, ya que la ciudad estaba bajo el dominio francés. Por ese motivo el consejo de la Villa de Madrid le confió al afrancesado Don Tadeo Bravo de Rivero, regidor de Madrid en ese momento y amigo de Francisco de Goya, el proyecto. Un año más tarde Bravo de Rivero le encargó la obra a Francisco de Goya, por la cual el insigne pintor recibió 15.000 reales.

Goya al no tener modelo (sólo tenía una pequeña estampa) para representar un retrato entero del rey concibió una alegoría de la villa de Madrid en la cual aparecía una pequeña imagen del francés dentro de un óvalo (quizás tampoco le apetecía mucho pintar a José I, al cual no le tenía ninguna simpatía). En definitiva representó a una bella mujer, de armoniosas proporciones, tocada con una corona y vestida con una blanca túnica sobre la que lleva un manto rosado. La figura femenina se apoya sobre el escudo de la ciudad, mientras con su mano izquierda señala el óvalo donde el artista pintó el rostro del hermano de Napoleón, el “rey” José Bonaparte. Hay que comentar que en un primer momento Goya tenía cierta simpatía por los franceses, pero la Guerra de la Independencia le provocó un rechazo total hacia  la barbarie llevada a cabo contra el pueblo español (lo podemos contemplar en los Desastres de la Guerra, en los fusilamientos, etc.).

A la izquierda de la enseña de Madrid, vemos a dos ángeles adolescentes que sostienen un óvalo con la inscripción del Dos de mayo. En este punto comienza el curioso caso del óvalo “requetepintado”. En un primer momento en él Goya representó, como ya hemos comentado, el retrato de José I, pero al ganar Wellington la batalla de Arapiles, “Pepe Botella”, como llamaban al hermano de Napoleón. tuvo que abandonar la villa de Madrid. Tras la huida del monarca el ayuntamiento encargó a Goya borrar el rostro del rey y poner en su lugar la palabra “Constitución”, conmemorando la Constitución de Cádiz.  En noviembre de ese mismo año Bonaparte volvió a la capital, con lo cual nuevamente el ayuntamiento mandó a Goya pintar el retrato del rey en el óvalo famoso, labor que realizó su discípulo Felipe Abas.

 En 1813, los franceses pierden la Guerra y José I tiene que marcharse definitivamente de España. Este hecho motivó que el ayuntamiento madrileño encargara nuevamente al maestro Goya sustituir el retrato del óvalo por la palabra “Constitución”, trabajo que realizó su discípulo Dionisio Gómez en el mes de junio de ese mismo año. Al año siguiente, el rey Fernando VII vuelve a España, y los responsables municipales, que ya no sabían qué hacer con el cuadro, pensaron que a un rey absolutista la palabra Constitución le podía producir un sarpullido, con lo cual le volvieron a encargar a Goya borrar la palabra Constitución del óvalo y pintar en su lugar el retrato del nuevo rey (“a rey muerto, rey puesto”). El pintor realizó un retrato tan mediocre del monarca absolutista (para algunos no fue realizado por él), que en 1823, viviendo Goya  ya en Burdeos, se le encargó al pintor Vicente López que lo mejorara.

Pero la historia no acaba aquí, ya que en 1843 el retrato de Fernando VII fue sustituido por la inscripción: “el libro de la Constitución” (referido a la Constitución de Cádiz). Finalmente en 1873, destronada Isabel II, el alcalde de Madrid de entonces, el marqués de Sardoal, ordenó al pintor Vicente Palmaroli que borrase todos los repintes que se habían realizado y se pusiera la inscripción “Dos de Mayo”, en recuerdo a los acontecimientos heroicos de la Guerra de la Independencia.  Y esa es la inscripción que hoy en día podemos ver.

“No podéis negar que el cuadro tiene tela”...

 Detalle de los ropajes del ángel que porta el óvalo, en los que podemos ver la factura extraordinaria de Goya. Vemos la técnica de un Goya maduro, posteriormente también plasmada en los espléndidos fusilamientos del 2 y 3 de mayo (1814). En esta obra ya hemos comentado que se aprecia el influjo de Velázquez tanto en el tratamiendo del espacio, la luz y la técnica de mancha. Haciéndose ésta última más notable a partir de 1800, con soluciones que hacen presagiar el impresionismo.

Representación de Madrid en una bonita muchacha vestida de blanco con un manto rosado y tocada con una rica corona de oro, que mira directamente al espectador para hacerle partícipe de lo que en la pintura se está representando: el elogio a la villa de Madrid. Rodeada de símbolos que hablan de lo gloriosa, famosa y fiel (representados por la corona de laurel, la trompeta y el perro que se encuentra a los pies de la joven) que es la capital de España.

Detalle de la figura femenina. Estilisticamente la obra está dentro de un incipiente romanticismo más que del neoclasicismo. Tiene un colorido intenso. Goya para mantener su puesto de pintor de cámara ha de servir a José Bonaparte y pintar el cuadro que le han encargado, pero toda la fuerza de la obra se representa en la villa de Madrid, no en el óvalo donde estaría representado el rey, que queda relegado a un segundo término.

El rostro de la mujer es muy bello, idealizado con una tonalidad que suaviza en gran manera los rasgos de la representada.

Detalle del vestido que porta la mujer, realizado con una pincelada rápida, como abocetada. Con un manejo de la técnica impresionante.

 El vivo colorido que el maestro emplea en esta obra hace que sea más atractiva. En la imagen vemos el bajo del vestido de la joven, con una técnica de mancha insuperable.

En la parte superior de la pintura, las figuras de dos jóvenes que representan la Fama, tocando la trompeta; y la Victoria, portando la corona de laurel, se colocan sobre la figura que simboliza la villa de Madrid, dando a entender la fama y la gloria de la ciudad. Una luz envuelve a las figuras, provocando una sensación atmosférica que nos recuerda a Velázquez. La composición se presenta de manera que las figuras están distribuidas en diferentes planos hacia el fondo para lograr el efecto de perspectiva.

El efecto de perspectiva se intensifica por la distribución de las baldosas en el suelo, sobre las que vemos la figura de un can, casi cubierto por el manto de la mujer. En él se simboliza la fidelidad de Madrid.

Para identificar a la hermosa joven, Goya la representa apoyada sobre el escudo de armas de la villa de Madrid, con la representación del oso y del madroño. 

Detalle del cojín donde se apoya el escudo de la villa.


Espero que les haya gustado esta  obra de un pintor que llena de orgullo a los aragoneses y a los españoles.Nació y creció en Aragón aunque sea un hombre universal. Una de las mayores aportaciones del arte español a la historia del arte...


http://www.abc.es/madrid/20141212/abci-curiosidad-alegoria-goya-201412102051.html
https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=5413803
http://www.elviajedelalibelula.com/single-post/2016/02/27/Francisco-de-Goya-Alegor%C3%ADa-de-la-villa-de-Madrid-Museo-de-Historia-de-Madrid
- http://www.fundaciongoyaenaragon.es/
http://www.artehistoria.com/v2/obras/1791.htm
:https://www.goyaenelprado.es/fileadmin/goyaweb/pdf/77-528.pdf