Durante el verano de 1869, Degas visitó a su buen amigo Paul Valpinçon en
Normandía. Quizá fuera entonces cuando el artista se inspiró con mayor
fuerza en la naturaleza, resultando obras como ésta o Marina.
Los protagonistas de la obra son los miembros de la familia Valpinçon
en su carruaje, en el momento en que el pequeño Henri, de seis meses,
acaba de ser amamantado por su nodriza y está cogiendo el sueño. Paul
Valpinçon contempla la deliciosa escena - acompañado de su bulldog -
mientras que su esposa protege al pequeño de la fuerte luz solar con una
sombrilla. El centro de atención de los padres, del espectador y de la
composición es el rechoncho bebé, situado en una zona de sombra gracias a
la sombrilla protectora de su madre. Incluso el carruaje está situado
de manera que se aproxima perfectamente al espacio del espectador, para
introducirle en la escena. La relación de las miradas de los personajes
resulta destacable, marcando perfectamente las relaciones entre ellos.
Cuando el pequeño duerma profundamente, el carruaje girará para
contemplar la carrera que se desarrolla en el fondo, igual que están
haciendo otros espectadores subidos a caballo o en otros carruajes. Así,
Degas muestra una imagen de la vida moderna, aunque de una clase social
determinada - la burguesía - de la que él era miembro. Algunos
especialistas sitúan la composición en el hipódromo de Argentin, cercano
a la casa de Paul Valpinçon. Las figuras de los caballos, con las patas
delanteras muy estiradas para avanzar rápidamente, están inspiradas en
obras inglesas muy admiradas por Degas. El propio William Turner
realizó alguna de estas escenas. Lo que más llama la atención es el
efecto lumínico conseguido por Degas, que da la impresión de haber
captado el episodio directamente del natural, algo que sin embargo
odiaba el artista. La luz solar ilumina las figuras con su tonalidad
blanquecina y resalta la zona de sombra grisácea que provoca la
sombrilla. De esta manera se incluye el artista entre los maestros del Impresionismo.
La composición ha sido organizada en bandas paralelas: la hierba del
hipódromo, las lomas del fondo y el cielo. Las figuras han sido
distribuidas de manera equilibrada, sin dejar ningún elemento al azar.
Las tonalidades claras se adueñan de la superficie, en contraste con el
color negro que tan de moda pondría Manet,
ya que era una tonalidad rechazada por los pintores académicos; con
esos toques de color negro sugiere con maestría la profundidad del
lienzo. El efecto fotográfico también está presente al cortar los planos
pictóricos en una enorme sensación de realismo. Sin embargo, este tipo
de realismo se aleja del de Courbet, quien mostraba campesinos y trabajadores mientras que Degas ofrece una visión mucho más delicada y amable.
http://www.artehistoria.com/v2/obras/1610.htm
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