La familia de la madre de Degas, Célestine Musson, residía en Nueva
Orleans donde se dedicaba al comercio del algodón. El pintor quiso
viajar a Estados Unidos para conocer a esta rama familiar y marchó hacia
allí, acompañado de sus hermanos René y Achille, en 1872. Entre octubre
de ese año y marzo del siguiente permanecieron en América; allí
realizaría esta maravillosa escena en la que muestra una oficina de
compraventa de algodón. Concretamente tomó como punto de referencia la
de su tío materno, Michel Musson, el hombre que aparece en primer plano
comprobando la calidad de la partida de algodón que acaba de llegar y
que se coloca sobre la mesa. Tras él, sentado en una silla y leyendo un
periódico local encontramos a René Degas mientras que Achille se apoya
en el marco de una de las ventanas del fondo, cruzando las piernas en
actitud de espera. El resto de los trabajadores se reparten por el
espacio pictórico de una manera muy organizada, pensando mucho la
composición y sin dejar nada al azar. Degas ha querido mostrar la
frenética actividad de una oficina de algodón, como si abriésemos una de
las puertas pero nadie pudiese vernos. Desde una de las esquinas de la
sala, en una perfecta perspectiva al elevar el suelo a medida que
avanzamos, nos introduce en la escena al situar a su tío, con las
piernas truncadas en el plano del espectador, al igual que la papelera.
Interesado por los contrastes cromáticos recurre al blanco, al negro y
al siena, como también hacía Manet.
En cuanto a la luz, penetra un fuerte haz por la izquierda, que ilumina
el algodón y ensombrece la oficina a medida que nos adentramos en ella.
Otra ventana al fondo deja ver un ligero reflejo lumínico muy
atractivo. La obra está relacionada con las pinturas de género que se
realizaban en la Inglaterra victoriana más que con la temática impresionista;
quizá se deba al deseo de satisfacer a su familia americana o para
venderlo a un fabricante de hilados. Expuesto en la muestra
impresionista de 1875 llamó mucho la atención de los asistentes, en
especial de Émile Zola.
Posteriormente, fue vendido al Museo de Bellas Artes de Pau siendo así
el primer cuadro de Degas que se exhibía en una colección pública, lo
que causó mucha alegría al artista.
http://www.artehistoria.com/v2/obras/1617.htm
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