viernes, 26 de junio de 2015

IGNACIO ZULOAGA ZABALETA....DEL POSTIMPRESIONISMO A LA GENERACION DEL 98




La obra de Ignacio Zuloaga puede agruparse en tres etapas:
1º Etapa: De 1890 a 1898: "La España Blanca", coincide con sus años de formación en Paris y las estancias e inspiración en Andalucia. En esta época tiene dudas sobre su vocación y se forma como torero. Su gran ídolo es el Greco.
Después de pasar unos meses en Roma se fue a estudiar a París, en sus cuadros pueda apreciarse influencia de los pintores que "corregían" en su Academia de la paleta: Gervex, Carrière y Puvis de Chavannes. Sus estancia en la academia fue breve, empleando su tiempo en el estudio que compartió con Paul Gauguin y el escultor Paco Durrio. Cuando la Hispanic Society of América le mandó el cuestionario de ingreso, rellenó en el apartado de estudios con un "autodidacta".
Amigas oleo 221x170 1896 MNACAmigas, 1896 Colección MNAC.
El crítico Lafuente Ferrari escribió acerca de aquellos años formativos en París: "Del post-impresionismo Zuloaga asimiló lo que iba a ser su temperamento: simplificación, estilización, composición, gusto por la materia pictórica. En todo eso inyectaba su ruda fuerza personal, que no era la de un refinado parisién, sino la de un vasco insobornable. Dibujo fuerte y paleta oscura ...". Estuvo en contacto directo con algunos mayores talentos de su tiempo: Gauguin, Toulouse-Lautrec y Degas ; pero se mantuvo firme en sus personales conceptos estéticos.Tres primasMis tres primas.
Si es de destacar la influencia de Degas, que uno de sus amigos - el pintor Jacques-Emile Blanche (1861 - 1942) - le recordó en una carta: "Como dice tu maestro Degas, cuando un pintor se atreve como tú a suprimir deliberadamente la atmósfera de los cuadros, hay que saludarle con reverencia ...". La carencia de ambiente no es la única influencia de aquel pintor, Ignacio también tomó de aquel el descentramiento de los personajes, que en oasiones se salen del cuadro como en Mis primas.
Una caricatura reproduce la obra con una frase en la que una de ellas dice a las otras: "Pues como no hay nadie en el cuadro, nos vamos".
2ª Etapa: De 1898-1914 :"La España Negra" o su consagración como artista universal, coincide con su trabajo e inspiración en Segovia, pintando sus grandes cuadros de composición, especialmente entre 1906 y 1911: Los Torerillos de pueblo, Los Flagelantes, El Cristo de la Sangre, Las Brujas de San Millan, La Victima de la Fiesta... Comienza la "Cuestión Zuloaga" y se convierte en el pintor de la Generación del 98.

  Dna Rosita Gutierrez paris 1915Doña Rosita Gutiérrez, 1915. Museo Bellas Artes de Bilbao. Enano Gregorio el Botero SegoviaEl enano Gregorio el Botero. Museo de L' Hermitage.

3ª Etapa: Desde 1915 hasta su fallecimiento en 1945: La Madurez: El pintor con un estilo propio reconocido internacionalmente se instala entre Paris y su estudio de Zumaia donde pinta la mayor parte de su obra. Cada vez más se dedica a pintar para él mismo: paisajes, bodegones y desnudos. La sociedad internacional, sin embargo, le reclama como retratista.
En los retratos interpretaba a su manera su personalidad, que plasmaba en el cuadro según su gusto, tomándose todas las libertades que consideraba necesarias en cuanto al parecido. Esto le supuso algunos conflictos con personajes famosos - como su célebre altercado con el famoso concertista Paderewski, empleado para fines publicitarios por la empresa de pianos Steinway - que no les gustaba el resultado.
Pero para Ignacio Zuloaga, hombre triunfador y rico desde los treinta años, esto no le influía; negándose casi siempre a realizar cambios: "Cuando pinto un retrato, lo que me interesa, en realidad, es hacer un cuadro. Si al que lo ha encargado no le gusta, le digo inmediatamente: yo he pintado un cuadro, que es lo mío, y un retrato es un cuadro en el que la figura es una parte determinada y nada más; pero para el parecido están los fotógrafos, y yo no he luchado cuarenta años para convertirme en un fotógrafo. Las gentes cambian y un parecido exácto en un momento determinado de la vida importa muy poco al cabo de un tiempo. Es el carácter y la buena pintura lo que importan". Así, el pintor sacrificaba el parecido pasajero por la inmortalización del carácter que percibía de su conocimiento del modelo. Para ello, Zuloaga pasaba bastante tiempo conociendo al personaje antes de pintarlo; en algunos casos no se producía una empatía entre pintor y retratado, lo que motivó el rechazo de bastantes encargos de personas que "no sentía". Ese requisito de comunicación motivó su continuo rechazo de los encargos para retratar niños; solo pintó a sus nietos y a la hija de su amigo, el Duque de Alba.
55 IGNACIO - NIETOMi nieto Ramón. Colección particular.Duquesa de AlbaLa Duquesa de Alba niña. Colección Fundación Alba.
Al pintar paisajes, incluso manipulaba aún más la realidad, cambiando de sitio, eliminando o añadiendo elementos para conseguir su objetivo: plasmar lo que consideraba esencial, aquello que es más característico e imperecedero. Miguel de Unamuno escribió: "... la visión de los cuadros de Zuloaga me ha servido para fermentar las visiones que de mi España he cobrado en mis muchas correrías por ella ... Contemplando esos cuadros he sentido lo mucho que tenemos de lo que queda y lo poco de lo que pasa".
57 IGNACIO - PAISAJE IIPancorbo. Colección particular.Peras 2Las peras de Don Guindo. Colección particular.
La fuerza que transmitían sus cuadros impresionó a un pensador como Ortega, que escribió: "Con los cuadros de Zuloaga penetra en las exposiciones un siroco, no nos extrañaría que los demás lienzos se separaran, se resquebrajaran, se abarquillasen, se desprendieran de sus marcos". Esas imágenes generaron fuertes polémicas en los medios de comunicación; a favor y en contra. Ramiro de Maeztu escribió de la repercusión de su obra en los medios de comunicación de la época: : “puede afirmarse en redondo que ningún otro artista moderno ha originado tal cantidad de escritos”.

 Autorretrato, 1908.
Hispanic Society of America, Nueva York.
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjOh_F_igDSvmxcua5oc6ZtOAGPqhgUuB9rXw0cqRZW5eLf-eLtJsyaPdv8WnYCsKiQLMbDCj1Es08v9As6ADweiFTANTHTE0tQh8yCE93gpPypvC81AHRGAXNVt9puYAL8afm_ik_JNXjZ/s1600/retratodevalleinclnpori.jpg

 Retrato de Valle-Inclán.

 Una mención aparte para mi gusto lo merece el retrato de la condesa Mathieu de Noailles...como representacion de su pintura y un himno a la poesia....

 Retrato de la condesa de Mathieu de Noailles
de Ignacio Zuloaga Zabaleta

óleo sobre lienzo 152x195 cm
Museo de Bellas Artes de Bilbao

 La princesa Anna-Elisabeth de Brancovan ( 1876-1933 ) parisina de origen greco-romano , contrajo matrimonio en 1897 con el conde Mathieu de Noailles de quien adquirió el nombre y el título nobiliario .
Dedicada a la poesía , la condesa Anna Mathieu de Noailles obtuvo su primer triunfo con Le coeur innombrable en 1901 y llegó a conseguir en el mundo literario francés ,mediante unas obras poéticas muy refinadas en la  que reflejaba fundamentalmente la vida mundana y sus estados de espíritu , el difícil éxito como escritora.
Consolidada como uno de los personajes más interesantes de París de la Belle Époque, la condesa celebró en su casa uno de los " salones literarios " más prestigiosos del momento, donde reunió a buena parte del París intelectual , en el que ya,en 1913 , se encontraba Ignacio Zuloaga . Ese año durante el mes de julio como símbolo de admiración y amistad , el pintor acometió en su estudio el retrato de la poetisa.
Zuloaga, sigue la representación característicos de sus retratos, divide el lienzo en dos planos.La condesa aparece en primer término , reclinada sobre un diván donde ese año por motivos de salud recibía habitualmente a sus invitados,
interrumpiendo momentáneamente su lectura .
En esta" pose allongée " una fuerte iluminación destaca su presencia , mientras su vestido , compuesto por gasas y tules  rosas-malvas y anaranjados , se encuentra resaltado por el contraste cromático del raso verde del diván. Su busto se erige vigorosamente y está enmarcado por su oscura cabellera , que, junto a sus labios , su mirada y sus rasgos orientales acentúa la sensualidad expresiva e intelectual de la condesa y, con ello,la profundidad psicológica . Sin embargo, la seducción física de su cuerpo ha sido anulada por las sueltas vestiduras " que
Zuloaga estiliza como conviene a su arabesco ".
El segundo plano , realizado a modo de telón de fondo , anula toda la intención de perspectiva . Zuloaga, a diferencia de algunos de sus retratos más característicos, prescinde aquí de todo lo  simbólico y opta por un celaje flanqueado por pesados cortinajes, subrayando así su carácter escenográfico y enalteciendo aún más a la poetisa. Por último, el pintor dispone sobre una mesa unos libros , que evocan la profesión de la representada , un collar de perlas, distintivo de la pasión y un jarrón de rosas, símbolo del amor. Un pequeño compendio simbólico de la producción artística de la condesa y que es, a su vez, una reintenpretación del tema dela vanitas del barroco español.




 
http://www.modernismo98y14.com/seleccion-ignacio-zuloaga.html 
http://pinturasdiversas-demeza.blogspot.com.es/2012/04/retrato-de-la-condesa-mathieu-de.html

martes, 2 de junio de 2015

FRANCISCO RIBALTA...EL FINAL DEL MANIERISMO Y EL INICIO DEL BARROCO ESPAÑOL



Pintor español. Pasó su niñez y su juventud en Barcelona, donde su padre trabajaba como sastre, y su hermano mayor, como sombrerero. No consta que comenzara los estudios artísticos en esta época, sino a raíz de su traslado a Madrid, en 1581, cuando a la muerte de sus padres vendió algunas posesiones y dispuso de cierto capital.
En Madrid se movió en el círculo de El Escorial, el principal foco de la actividad artística de aquellos años. Se sabe que copió obras escurialenses y que se relacionó con pintores que trabajaban en el monasterio, sobre todo con Navarrete. Antes de que se cumpliera su primer año de estancia en Madrid ya había pintado su primera obra, Preparativos de la crucifixión (1582), de clara impronta veneciana.




También por esos años contrajo matrimonio y nacieron sus hijos, dos niñas y un varón, Juan, que así mismo fue pintor. En Madrid conoció a Lope de Vega, con quien mantuvo una estrecha amistad hasta el fin de sus días. Seguramente a través de Lope de Vega, de quien pintó un retrato, se enteró de que el arzobispo Ribera buscaba artistas para varios encargos, y ello le indujo a desplazarse en febrero de 1599 a Valencia, de donde ya no se movió hasta su muerte en 1628.

Ribalta revolucionó la pintura local de la época, de carácter un tanto dulzón, con sus figuras poderosas y fuertemente caracterizadas, y fue la personalidad más destacada de la escuela barroca valenciana. Sus primeros encargos en Valencia fueron retratos y obras religiosas, como el retablo de Santiago de Algemesí


 la Santa Cena (1606), que lo consagró como pintor de prestigio. 


En su producción posterior se advierte, en las obras de 1610-1612, una clara influencia de Sebastiano del Piombo, y desde aproximadamente 1615, detalles derivados de Caravaggio. En este último período simplificó sus composiciones y acentuó un naturalismo que ya le era propio desde los inicios.




 San Francisco confortado por un ángel (h. 1616) y el conjunto de obras que realizó para la cartuja de Porta Coeli se cuentan entre lo mejor de la etapa final de su vida.
Quiero hacer una mención especial a uno de sus cuadros,que pienso es uno de los mas importantes de su extensa producción...

CRISTO ABRAZANDO A SAN BERNARDO...



 Cristo abandona la Cruz por un instante para fundirse en un abrazo con San Bernardo, fundador de la Orden Cisterciense. La escena está inspirada en una visión mística del santo, reflejada en uno de los libros de devoción más populares del periodo Barroco como era el Flos Sanctorum, o Libro de la vida de los Santos, de Pedro de Ribadeneyra, publicado en 1599.
Ribalta reduce al máximo el colorido para hacer una escena casi monocromática. La luz procedente de la izquierda hace que resalte el blanco del hábito y la anatomía de Cristo, dando lugar a infinidad de tonos de marfil que provocan un aspecto casi escultórico. El efecto de claroscuro muestra la influencia de Caravaggio en la obra de Ribalta, quien también parece inspirarse en imágenes de Sebastiano del Piombo para la poderosa figura de Cristo.

Esta obra es una de las más hermosas de la pintura española del Barroco y da una perfecta idea de la mentalidad profundamente religiosa imperante en la época. Es probable que se trate de la pintura de idéntico tema que a finales del siglo XVIII se documenta en la Cartuja de Porta Coeli en Valencia.



http://www.biografiasyvidas.com/biografia/r/ribalta.htm
https://www.museodelprado.es/coleccion/galeria-on-line/galeria-on-line/obra/cristo-abrazando-a-san-bernar