Las estatuas conocidas como Diosas de las serpientes son un conjunto de
pequeñas estatuillas halladas a principios del siglo XX en una pequeña
estancia del Palacio de Cnosos en Creta y fueron realizadas en loza
vidriada. Éste fue el más famoso de los palacios de la cultura minoica y
data de entre el año 2000 y el 1700 a.C. Las pequeñas esculturas fueron
halladas en una de las salas de la zona occidental del palacio, una
estancia conocida como tesorería sacra. El descubrimiento de la cámara
fue realizado en 1903 por el arqueólogo Arthur John Evans (1851 – 1941).
En ella se hallaron un conjunto de estatuillas que representaban la conocida como Diosa de la serpiente, al parecer se
trataba de una primitiva deidad de la civilización minoica aunque
también se ha especulado que podría tratarse de alguna sacerdotisa.
Según varias fuentes documentales, en la cultura minoica existía una primitiva divinidad femenina “La Señora”
que hacía referencia a la fertilidad, además en el propio palacio de
Cnosos se encontraron algunas tablillas que hacían referencia a la
Señora del Laberinto, diosa madres de rebaños y tierras. Así parece muy
posible que las estatuas halladas en la tesorería sacra hagan
referencia a alguna de estas divinidades.
Del conjunto de estatuas la más conocida es una pequeña estatuilla que apenas llega a los treinta centímetros; es una figura exenta y de bulto redondo.
Aparece ataviada con el típico traje cretense, una falda de volantes
que le otorga un aspecto campaniforme. Cada uno de los siete volantes
haría referencia a los siete planetas conocido por entonces o a los
siete días que componen cada una de las fases de la luna; sobre ésta una
especie de mandil y en la zona superior un ceñido corsé de media manga
que deja sus pechos al aire, un referente a la fertilidad de la diosa.
Lleva los brazos estirados y en cada uno de ellos sostiene una serpiente
que se ondula y cuyas cabezas miran hacia afuera, éstas se han
interpretado como una alusión a la vida y la muerte y sobre todo a la
capacidad de la Señora como principio y fin de todas las cosas.
Su rostro es esquemático con los ojos almendrados y
la nariz recta, la boca está definida por gruesos labios. Sobre la
cabeza lleva un gorro con un felino, animal sagrado en las culturas
primitivas, y que aparece como guardián de la diosa.
Parece ser que la hoy conocida como Diosa de las Serpientes fue
denominada por el equipo de Evans como Adoradora sin cabeza ya que
carecía de la cabeza y el brazo izquierdo. Evans optó por reconstruir
esta pieza a partir de un modelo mayor, hoy perdido, que sí
identificaron desde el principio como Diosa de las Serpientes, ésta
contaba con tres serpientes que se enroscaban a través de su torso y sus
brazos. Con todo, el estado de conservación de la mayoría de las piezas
encontradas es bueno y su calidad resulta inigualable.
Hoy algunas de estas esculturas se encuentran en el Museo Arqueológico de Heraclión
https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhwf_6-tE_qhv_TksFdmE1GuVLfisSTavEzrhpYOdcwyNM12jpcOCd3M2PpRCTjTQ4XaElkZAjpsit9RHov5YWGWCP81ILK-PgVBLsO2TUAzKsvhXvhSlCDi7nfhc4jYZTUOujM_7_LbvHj/s1600/Heraklion,%2BMuseo.%2BDiosas%2Bde%2Blas%2Bserpientes%2B(2).JPG
http://arte.laguia2000.com/escultura/diosa-de-las-serpientes