En Venecia, Pietro Longhi,se especializó en describir, no sin una cierta ironía, las costumbres de su ciudad, en pequeños cuadros finos y luminosos, tal vez influenciado por algunos grabados según Watteau o Boucher. Después de un comienzo un tanto mediocre como pintor de escenas históricas y mitológicas, un viaje a Bolonia y el contacto con las obras de Giuseppe Maria Crespi favorecieron la definitiva evolución del artista quien, abandonando las formas grandilocuentes, según el testimonio de su hijo Alessandro: “cambió de idea y, como tenía un espíritu brillante y original, se puso a pintar recepciones civiles, es decir, conversaciones con juegos de amor y celos que sacaba de la realidad, lo que causó sensación”.
De las escenas de género de carácter rústico y campesino, a menudo inspiradas por modelos holandeses y flamencos, Longhi pasó a consagrarse a escenas de la vida veneciana, siempre representadas con un sentido de la observación muy agudo y con una ironía sutil y amable, tanto en los palacios patricios como en las habitaciones burguesas o en las plazoletas venecianas.
El sacamuelas, 1746-1752, (Milán, Pinacoteca di Brera)
El rinoceronte, hacia 1751, (Venecia, Ca’ Rezzonico). Pintado con una cierta ingenuidad, en el cuadPiro figura la inscripción “Vero Ritratto di un Rinoceronte” que evoca la célebre exposición que tuvo lugar de este animal exótico, convertido en una atracción de fama europea. Además de la masa bruta del rinoceronte, la imagen de Longhi nos restituye la atmósfera del público curioso que venía a contemplar a estos fenómenos de feria.
El peluquero, hacia 1760,(Venecia, Ca’ Rezzonico). Pietro Longhi fue quien mejor supo reproducir la vida cotidiana del siglo XVIII en Venecia. En esta escena, una dama elegante se hace peinar por su peluquero, justo debajo del retrato de Carlo Ruzzini, que fue dux de Venecia de 1723 a 1735. Tal vez pertenece a la familia de este eminente personaje? En una mesa camilla recubierta de una fina tela blanca se hallan depositados los objetos de tocador: una preciosa polvera de porcelana, borlas para polvos de arroz, peines y un espejo detrás del cual hay una pieza de ropa – no se sabe si es una capa o un vestido. Solo el peluquero mira el espectador. Una nodriza de cabellos rojos y sonrosadas mejillas lleva un niño en brazos, sin duda para despedirse de su madre que se dispone a asistir a alguna fiesta o acontecimiento social, como lo sugiere el lujoso vestido rojo bordeado de armiño que lleva.
Pentolaccia(Leccion de danza)Galerias de la Academia de Venecia.Este es uno de los lienzos más conocidos del autor gracias a la difusión de un grabado realizado por Charles Flipart. Longhi ilustra uno de los momentos fundamentales de la educación de las jóvenes hijas de la nobleza veneciana, la clase de baile, siempre bajo la atenta mirada de la madre. El pintor nos introduce en el mundo nobiliario de la Venecia de su tiempo, como si de un fotógrafo se tratara, reproduciendo toda suerte de detalles en estos pequeños lienzos muy admirados en su época.
http://www.aparences.net/es/periodos/rococo/el-rococo-en-venecia/
http://www.artehistoria.com/v2/obras/26606.htm
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