A los 15 años Fra Filippo Lippi quedó huérfano e ingresó en el convento del Carmine de Florencia, posiblemente para salir del paso ya que no tenía ninguna vocación religiosa. Masaccio y Masolino iniciaron la decoración de la capilla Brancacci de esa iglesia en 1424, sintiéndose el joven fraile atraído por la pintura, posiblemente sirviendo como ayudante al propio Masaccio, cuyo estilo admiró y continuó. La documentación menciona por primera vez a Fra Filippo como pintor en 1430, fechándose su primer trabajo en 1432. Dos años después abandona Florencia para trasladarse a Padua, desapareciendo las obras que allí ejecutó. En 1437 está de nuevo en Florencia, sustituyendo la dependencia de Masaccio por la escultura donatelliana y la pintura flamenca, trabajando en un estilo delicado y naturalista. Su época de madurez está caracterizada por las transparencias, que aumentan la elegancia de sus obras. A partir de 1452 está trabajando en los frescos de la capilla mayor de la catedral de Prato, empezando sus problemas con la justicia. En 1450 había sido enjuiciado por un fraude y en 1456 raptó a la monja Lucrecia Buti de un convento de Prato del que había sido nombrado capellán. Gracias a la familia Médici, Fra Filippo consiguió una dispensa del papa Pío II para casarse con Lucrecia, con quien tuvo un hijo, también pintor llamado Filippino Lippi. En 1464 era el maestro de un fructífero taller al que acudió Botticelli para iniciar su formación. La gran aportación de Fra Filippo Lippi al Quattrocento es el sentido humano de sus obras, especialmente de las Madonnas como ésta que contemplamos. Tras las figuras encontramos un paisaje que otorga una magnífica sensación de profundidad.El sentido del volumen está relacionado con sus contemporáneos Masaccio o Paolo Ucello. La minuciosidad de las telas y los adornos de la Virgen parecen inspirados en la pintura flamenca. Este tipo de Madonnas servirá de inspiración aBotticelli, quien trabajó en el taller de Lippi en Prato.
No obstante, dio a los temas tradicionales una nueva intensidad, que se traduce en nueva concepción del espacio, utilizando para completarlos paisajes en lugar de fondos planos, gracias a lo que logra un notable contraste de las figuras, es también novedosa con su búsqueda de los efectos del color, lo que lo hace uno de los mejores y más expertos coloristas de esa época.
La originalidad del paisaje, algo en lo que sobresale y la elegancia en el dibujo, hizo que su pintura ejerciera una fuerte influencia en Sandro Botticelli, que incluso se dice, llegó a realizar en sus primeros trabajos copias de los trabajos obras de Lippi.
Como naturalista tiene un realismo más delicado, menos vulgar que el de algunos de sus contemporáneos, con escenas genuinas, entre las que incluyen incidentes semi-humorísticos y personajes menores.
Pintó fundamentalmente temas religiosos, siendo su mayor aportación a la pintura del quattrocento en Florencia, un mayor acento profano con respecto a las obras de su maestro Masaccio o inluso de Fra Angelico, ambos le sirvieron de inspiración toda su carrera,el enfoca el arte religioso desde su lado más humano.
Aunque su carrera evolucionó constantemente, no tuvo grandes variaciones ni en el estilo ni en el color.
Algunas de sus obras más importantes son: “El Banquete de Herodes”, banquete que terminó con el asesinato de Juan el Bautista, fresco que realizó para la Catedral de Prato.
Pero quizá su obra maestra es “Virgen con Niño y dos ángeles”, de 1445., actualmente en la Galería de los Uffizzi de Florencia. Según todos los historiadores de arte, la gran aportación de Lippi al Quattrocento, podemos encontrarla en el sentido humano que imprime a sus obras, hecho que es sobre todo claro en sus Madonnas, y es un claro ejemplo la anteriormente citada.
Esta obra de Filippo Lippi, realizada alrededor de 1465, es una de sus pinturas más conocida y admiradas del Renacimiento.La popularidad de esta obra se deriva probablemente al hecho de que muchos piensan que la Virgen pudiera ser el retrato de Lucrezia Buti.
La Virgen María está representada de perfil, rezando delante del niño sostenido por dos ángeles cuyos rostros parecen el de dos bribones o niños pequeños. Detrás de ellos un vasto paisaje inspirado en las pinturas flamencas. El peinado de María es muy elegante, adornado con perlas y velos.
La dulzura y elegancia con la que viene representada, así como la gracia de los velos y del peinado será unmodelo de elegancia para muchos pintores como Botticelli. De hecho el autor del “Nacimiento de Venus” y “Primavera”, no fue solo alumno de Filippo Lippi sino también amigo y colega de Filippino.
Detalle de la Virgen, su peinado, los adornos de su cabello y su delicado rostro; uno de los ángeles que parece mirar al espectador.
Como decia anteriormente, influyó en Boticelli, trabajó en el taller de Lippi en Prato, y sobre todo esta influencia se deja ver en las Madonnas. En la pintura, vemos como dos ángeles elevan al Niño hacia su Madre que le recibe con las manos juntas, en actitud orante; en el rostro de la Virgen, se pueden adivinar los rasgos de Lucrecia Butti, novicia que con quien Fra Filippo Lippi tuvo un hijo, el también pintor Filippino Lippi. Al fondo podemos ver un paisaje rocoso al que enmarca una ventana. Los colores, las transparencias y el juego de luces que utiliza, junto a la transparencia de algunas telas, genera en el espectador ilusión de movimiento.
A pesar de que,
históricamente, se ha considerado a Rafael como El Pintor
de La Virgen renacentista, a Boticcelli le correspondería
un homólogo puesto en la lista de creadores de exquisitos
modelos femeninos. Será la figura de la dama, en el sentido
más "cortés" de la palabra, la gran protagonista
de sus composiciones; rodeada de un aura de elegancia y lánguida
belleza, la tipología de mujer a la que recurre como leit
motiv de su producción ejemplifica, dentro de la corriente
pictórica del Quatroccento italiano, la búsqueda del
Ideal (frente al intento de aprehensión naturalista e individual
llevado a cabo por otros autores).
A caballo entre
la representación onírica, plena de un amor platónico
por la mujer (tan distinta de esas rubicundas y maternales futuras
madonnas rafaelianas), y la exaltación de la belleza se sitúa
el modelo de virgen que creará, real en la plasmación
de su plenitud a la vez que intelectualizada en su concepción.
Perteneciente
a la segunda generación de la Escuela Florentina, Sandro
Botticelli es uno de los más famosos e importantes pintores
del Renacimiento italiano del s.XV, siendo conocido principalmente
por sus maravillosas creaciones de carácter mitológico.
Nacido en el
año de 1445 en la ciudad de Florencia, y difunto en la misma
en 1510, su nombre puede que derivase del apodo otorgado a su hermano
mayor Giovanni o a algún compañero paterno con el
cual habría trabajado (no se han encontrado indicios que
apoyen la veracidad de este dato aportado por Vasari), atendiendo
en realidad este artista al título de Alessandro di Mariano
Filipepi.
Al igual que
sucede con un buen número de contemporáneos de Botticelli,
establecer sus inicios en el mundo de la pintura presenta algunos
problemas, dado que existen quienes consideran que se habría
formado en el taller de Fra Filippo Lippi, frente a aquéllos
que adjudican la responsabilidad de su aprendizaje a Verrocchio
o a Pollaiuolo. Lo que sí se sabe con certeza es que en la
década de los setenta inicia su andadura profesional: es
a comienzos de la misma (1472) cuando aparece documentado inscrito
en el gremio florentino de pintores y empieza a recibir sus primeros
encargos (caso de la alegórica Fortaleza realizada para la
sala de la Mercatanzia de Florencia o del San Sebastián para
la iglesia de Santa María Maggiore de Florencia).
La
producción de Boticelli va a estar muy vinculada a lo largo
de toda su vida a diversas instituciones oficiales e importantes
familias, llegando a ser protegido de los Médici (lo cual
da idea del reconocimiento de prestigio que ya habría alcanzado
en la época), para quienes pintará, entre muchas otras
obras, los retratos de Cosme el Viejo y Giuliano de Médici
(a quienes volverá a representar además, junto con
varios miembros de la familia, en la Adoración de los Magos
realizada hacia 1476 por encargo de Giovanni Lami), el Retablo de
las convertidas o la Virgen de la Eucaristía. También
habría sido un Médici el poseedor de sus magníficas
e internacionalmente conocidas Alegoría de la Primavera
y Nacimiento de Venus ), así como de las obras hermanadas
Regreso de Judith a Betulia y Descubrimiento del cadáver
de Holofernes .
La
producción de Boticelli va a estar muy vinculada a lo largo
de toda su vida a diversas instituciones oficiales e importantes
familias, llegando a ser protegido de los Médici (lo cual
da idea del reconocimiento de prestigio que ya habría alcanzado
en la época), para quienes pintará, entre muchas otras
obras, los retratos de Cosme el Viejo y Giuliano de Médici
(a quienes volverá a representar además, junto con
varios miembros de la familia, en la Adoración de los Magos
realizada hacia 1476 por encargo de Giovanni Lami), el Retablo de
las convertidas o la Virgen de la Eucaristía. También
habría sido un Médici el poseedor de sus magníficas
e internacionalmente conocidas Alegoría de la Primavera
y Nacimiento de Venus , así como de las obras hermanadas
Regreso de Judith a Betulia y Descubrimiento del cadáver
de Holofernes.
La
producción de Boticelli va a estar muy vinculada a lo largo
de toda su vida a diversas instituciones oficiales e importantes
familias, llegando a ser protegido de los Médici (lo cual
da idea del reconocimiento de prestigio que ya habría alcanzado
en la época), para quienes pintará, entre muchas otras
obras, los retratos de Cosme el Viejo y Giuliano de Médici
(a quienes volverá a representar además, junto con
varios miembros de la familia, en la Adoración de los Magos
realizada hacia 1476 por encargo de Giovanni Lami), el Retablo de
las convertidas o la Virgen de la Eucaristía. También
habría sido un Médici el poseedor de sus magníficas
e internacionalmente conocidas Alegoría de la Primavera (1478)
y Nacimiento de Venus (1485), así como de las obras hermanadas
Regreso de Judith a Betulia y Descubrimiento del cadáver
de Holofernes (hacia 1475).
A principios
de la década de 1480 incluso será reclamado por el
Papa Sixto IV para participar en la decoración de la Capilla
Sixtina, dejando constancia de su paso por el Vaticano en los frescos
de las Pruebas de Moisés (ejemplo magnífico del dominio
que posee de la perspectiva y su conocimiento del uso de la luz,
la aplicación del color y la obtención de volumetría),
la Tentación de Cristo y el Castigo de los rebeldes contra
Aarón.
Una vez de vuelta
de Roma es cuando va a realizar algunos de sus más bellos
cuadros, entre los cuales es posible encontrar aquellas pinturas
de temática mitológica que tanta fama le dieron y
con las que, por lo general, se suele asociar su imagen, caso de
Palas y el Centauro y Venus y Marte. Sin embargo, no se pueden
dejar en el tintero otras composiciones de carácter religioso
realizadas por Boticelli en este periodo, como la maravillosa Madonna
del Magnificat), la Madonna de la Granada ), el retablo encargado por Giovanni de Bardi para la
capilla que poseía su familia en la iglesia del Santo Espíritu
florentina o la Anunciación de Guardi ). A través
del análisis de las mismas se puede apreciar la evolución
y culminación de su estilo preciosista y elegante, que comienza
ya a inclinarse hacia la tristeza al final de la década (se
puede apreciar en la boccacciana Historia de Nastagio degli Onesti).
Quizá
sea la última etapa de su producción, durante la cual
tenderá a un ascetismo sombrío desposeído del
encanto previo ya visto, la más diferente, salvándose
de esta tendencia la obra, basada en el texto de Luciano, la Calumnia
de Apeles .
EL JUICIO DE PARIACUTES
Aún cuando
la mayoría de las obras de Botticelli resultan poseedoras
de una enorme calidad y un característico estilo muy similar,
han sido las composiciones El Nacimiento de Venus y La Primavera
las consideradas como sus grandes obras maestras.
En ambas es
posible apreciar el estilo refinado, preciosista y, de algún
modo, irreal, propio de Botticelli, al servicio del cual entrará
su dominio de la tensión lineal (influencia de Pollaiuolo)
y su concepción casi espiritual de la materia.
En las composiciones
botticellianas la naturalidad de la escena, a pesar de la riqueza
decorativa y la complejidad que en ocasiones se muestra, siempre
sorprende. De algún modo las figuras parecen existir en sus
cuadros porque no podría haber sido de otra manera, resultando
siempre ligera la transición entre los diversos personajes
(debido en gran parte al empleo móvil que de la línea
realiza), existiendo incluso aquellos autores que han teorizado
acerca de su producción en términos de comparación
musical (en su obra el ritmo y el lirismo se unen para conformar
un etéreo conjunto visual resultado de una comprensión
del mundo pasada por el tamiz del neoplatonismo y el intelecto).
El cuadro que vamos a comentar en esta ocasión se
trata de "El nacimiento de Venus", realizado en témpera sobre lienzo por
el pintor Sandro Botticelli en 1485. Se trata, por lo tanto, de una
obra pictórica representativa del Renacimiento italiano, concretamente
del período del Quatrocentto.
El cuadro se compone de cuatro figuras, tres
femeninas y una masculina. El centro de la composición está ocupado por
una figura femenina desnuda que identificamos con Venus. Ésta ocupa el
eje central imaginario de un triangulo formado por dos diagonales
creadas a nuestra derecha por otra figura femenina, posiblemente Flora,
como podríamos deducir de su cinturón de rosas, o una de las Horas,
vestida con túnica floreada y que parece avanzar hacia la diosa con un
manto que ondea en dirección opuesta al avance de la joven, por el
impulso del viento que soplan las dos figuras del ladoopuesto, una masculina y otra femenina que identificamos como los
vientos Céfiro y Aura. La escena se sitúa en un paisaje formado por el
mar de color turquesa y una orilla con prados y algunos árboles situados
a nuestra derecha. Se trata de un paisaje idealizado acorde con el
conjunto de la escena.
Respecto a la técnica, predomina el dibujo con unas líneas precisas que
limitan los contornos de las figuras, ropas y paisaje. Sin embargo, toda
la composición se caracteriza por la utilización de líneas sinuosas,
como el propio cuerpo de Venus que adopta la clásica postura del
contrapposto. Esta postura, por la cual la joven diosa deja caer peso de
su cuerpo sobre la pierna izquierda mientras que flexiona y retocede la
izquierda, se inspira directamente en la estatuaria griega, si bien, en
el caso de esta figura todo el peso se desplaza hacia nuestra derecha,
lo que genera la sensación de liviandad como si se desplazara sobre las
olas en dirección a la orilla.
Respecto a los colores utilizados, predomina la paleta clara de colores
pasteles como turquesas, verdes, celestes, rosas y naranjas acompañados
de toques dorados en las alas de los vientos. Una luz
uniforme,proveniente de nuestra derecha recorre la escena y modela las
figuras y el entorno sin grandes contrastes de luces y sombras.
Como su título ya nos señala, el cuadro
representa el nacimiento mitológico de la diosa Venus. Nacida de la
espuma del mar ,cerca de Pafos (Chipre), tras ser arrojados por Cronos
los testículos de Urano al mar, Céfiro la colocó sobre una concha
nacarada y la condujo hasta la isla de Citera, donde las Horas se
encargaron de su educación. Fiel al relato mitológico, el pintor nos
sitúa a los vientos Aura, el viento de Oriente, y a Céfiro de cuyo soplo
brotan flores e impulsan a la diosa hacia la orilla, donde la espera
probablemente Flora para cubrirla con su manto.
La figura de Venus, cuya postura se inspira en las Venus púdicas,
muestra el ideal de belleza femenino de la época, con una piel blanca
con tonalidades ligeramente amarillas y rosáceas y una larguísima
cabellera pelirroja que se mueve por efecto del viento, ilustrando
fielmente lo que ya defendiera Alberti en su tratadeo De pictura: " Deseo
(...) que los cabellos (...) se enrosquen como si fueran a anudarse,
que ondulen en el aire imitando las llamas, que tan pronto se escurran
como serpientes por debajo de los otros cabellos como que se levanten
por todos lados".
Encargada esta obra por Lorenzo de Pier Francesco, muestra el interés
resucitado por la mitología clásica entre los humanistas. Nos
encontramos ante una obra que requería una formación en mitología
clásica para ser correctamente interpretada buscándose con la ejecución
de éstas, además del deleite en su contemplación, el ejercicio
intelectual que requería su visión correcta. Asimismo, hay que
interpretar esta obra dentro de la corriente neoplatónica presente en
los círculos humanísticos de la época, según el cual. la obra
representaría la unión perfecta entre belleza, amor y verdad, cualidades
todas encarnadas en la diosa Venus.
EL NACIMIENTO DE VENUS
BELLEZA PURA... DETALLE DEL NACIMIENTO DE VENUS
ENTRE LOS PIES DE LA DIOSA VENUS,FLORECE UNA ANÉMONA AZUL
LA PRIMAVERA...ALEGORIA DE LA PRIMAVERA
Se conserva en
la Galería de los Uffizi de Florencia, fue realizada en 1482 para
decorar una de las estancias del castillo delos Médicis. Está
realizada temple sobre tabla. Es una obra de grandes dimensiones (203
x 314 cm.). Su temática es mitológica
Los personajes son,
Cupido Mercurio,
Céfiro,
Flora, Las tres Venus , Gracias,
La ninfa Cloris...
El paisaje son unos Naranjos Mirto Laurel con Flores...
Descripción de la obra...En el centro aparece Venus, la
diosa del amor; a laderecha, Céfiro, el viento que persigue a la ninfa
de laTierra, Cloris, que al ser tocada por él se trasforma enFlora,
diosa de la vegetación y de las flores; encima deVenus está Cupido, que
dirige sus flechas a las tresGracias, en concreto a la del centro,
Castitas, que miraal dios Mercurio, mensajero de los dioses y nexo
entreel cielo y la tierra.
Es una obra de gran detallismo, de ambiente melancólico ,las figuras parecen
flotar...no se usa la perspectiva,su tematica es mitológica con una composición equilibrada, con una luz homogénea y un
color delicado.
La pintura de Botticelli,
destila belleza y elegancia,características de su pintura: Su
dibujo de trazos nerviosos, El movimiento y las formas ondulantes, Los rostros melancólicos, Las figuras estilizadas, La
riqueza de colores, Los paisajes primaverales La
glorificación del cuerpo desnudo, La sensualidad de sus figuras, La profundidad de sus obras(paisajes) y el volumen (ropajes).
Características de la pintura de Botticelli La
importancia del dibujo,los rostros melancólicos y la riqueza de colorescaracterizan su estilo pictórico.
El cuadro es un canto a la primavera, a la juventud y al amor
El cuadro es una
alegoría del amor platónico. También se puede considerar como una
alegoría sobre la armonía entre naturaleza y la humanidad. Incluso
se puede ver la representación de los meses, desde el febrero
(Céfiro) a septiembre (Mercurio). También se ha querido ver una
alegoría política: la Primavera-Flora, personificación de Florencia,
resurgiría con el gobierno de Lorenzo de Pierfrancesco, gracias a
Mercurio, dios del comercio, que disipa las nubes. Hay quien ha vista
una alegoría del amor entre Juliano de Médicis y Simonetta Cattaneo
Vespucci, o de la muerte de ésta el 1476 (Simonetta cogida por la
muerte -el Céfiro- y su renacer en el Elíseo). Y, hay algunas más…
Se
inspiran en la
AntigüedadImportancia de la Búsqueda de la (Grecia y Roma):
representación belleza Uso del humana y del
desnudo, tema paisaje
mitológico,
armonía… Importancia de los
mecenas para el Imitación de la realidad,
pero desarrollo del arte idealizándola
Se inspiran en la Antigüedad clásica (Grecia y
Roma): formas simples, armonía de proporciones,el uso del desnudo la importancia de la representación humana,la observación e imitación de
la naturaleza,la imitación de la realidad (investigación sobre el
espacio, perspectiva, luz …), pero de forma idealizada, buscando la
belleza y la perfección técnica.
No sólo se
realizan obras religiosas, también retratos y escenas mitológica...
LAS TRES GRACIAS...LA PRIMAVERA
DESGLOSE DE LA OBRA LA PRIMAVERA
MERCURIO Y LAS GRACIAS
ZEFIRO Y CLORI
PUNTA DE FLECHA...CUPIDO
ADORACION DE LOS REYES
ADORACION DEL LOS REYES
En torno a 1475 Botticelli recibe uno de los encargos más interesantes
de esta primera etapa; el cliente era un hombre de baja condición social
llamado Gaspar del Lama quien había realizado una meteórica carrera
ascendente en la Florencia del Quattrocento.
Condenado en la década de 1440 por malversación de fondos públicos,
unos años después amasó una considerable fortuna gracias a su trabajo
como agente y cambista. Para elevar su categoría decidió ingresar en las
hermandades de mayor prestigio, llegando a donar una capilla en la
iglesia de Santa María Novella para cuya decoración encargó esta obra a
Botticelli. El nombre del mecenas - Gaspar - motivó la elección del
tema, repitiendo Botticelli una temática que ya había tratado en dos ocasiones
previamente. El asunto está tratado con mayor maestría que en los
precedentes, especialmente al dotar de cierta unidad dramática al
conjunto. Bajo unas ruinas encontramos a la Virgen con el Niño en sus
rodillas, recibiendo la adoración de los Magos, vestidos con suntuosos
ropajes que aluden a su procedencia oriental. Los tres reyes rodean a la
Sagrada Familia, situándose sus cortes en los laterales de la tabla.
Entre esas cortes Botticelli ha incluido a su mecenas - el hombre de
pelo cano y túnica azul que, desde la derecha, dirige su mirada hacia el
espectador - a los miembros de la familia Médici - la figura que se
arrodilla ante la Virgen tiene las facciones de Piero de Médici - para
mostrar la relación del cliente con este poderoso clan e, incluso, al
propio pintor, en la zona de la derecha y también mirando hacia el
espectador. La ruinosa construcción permite contemplar en los laterales
una ligera referencia al paisaje y algunas construcciones clásicas. El
conjunto está sabiamente compuesto, destacando la variedad de posturas y
gestos en las figuras así como la delicadeza de sus ropas y el vivo
colorido. Al ascender el suelo de manera suave se aprecian todos los
personajes, confluyendo nuestras miradas hacia la Sagrada Familia. El
carácter escultórico de las figuras se entiende gracias a la estrecha
relación de Botticelli con los hermanos Antonio y Piero Pollaiolo, Andrea del Verrocchio o Donatello, sin olvidar su admiración por las estatuas de la Antigüedad clásica que eran descubiertas en aquellos años en toda Italia.
OTRAS OBRAS
FORTALEZA
La fortaleza es una obra del pintor renacentista Italiano Sandro
Botticelli. Está realizado al temple sobre tabla cimbrada. Mide 167 cm
de alto y 87 cm de ancho. Data de 1470 y se conserva en la Galería de
los Uffizi en Florencia
VIRGEN CON EL NIÑO Y DOS ANGELES
La Virgen con el Niño y dos ángeles es una obra del pintor
renacentista italiano Sandro Botticelli. Está ejecutada al temple sobre
madera. Mide 100 centímetros de alto y 71 cm. de ancho. Pertenece al
periodo 1468-1469
VENUS Y MARTE
Venus y Marte es un cuadro destacado del pintor Italiano Sandro
Botticelli. Se conserva en la National Gallery de Londres, Reino Unido,
donde se exhibe con el título de Venus and Mars. Está realizado al
temple y óleo sobre tabla de álamo
LA CALUMNIA DE APELES
La calumnia de Apeles es una obra pictórica de Sandro Botticelli
realizada en 1495. Se trata de una pintura al temple sobre madera que
mide 62 por 91 centímetros y que se conserva actualmente en la Galería
de los Uffizi de Florencia
RETRATO DE UNA JOVEN
Este Retrato de una joven que se conserva en el Instituto Städel
de Fráncfort del Meno es un cuadro del pintor renacentista italiano
Sandro Botticelli, realizado alrededor de 1480-1485
HISTORIAS DE LUCRECIA Historias de Lucrecia, es una obra realizada por el pintor
renacentista italiano Sandro Botticelli. Mide 83,5 cm de alto y 180 cm
de ancho. Fue pintado entre 1500 y 1504. Se conserva actualmente en el
Museo Isabella Stewart Gardner de Boston
SANTISIMA TRINIDAD
La Santísima Trinidad es una obra del pintor renacentista italiano
Sandro Botticelli. Está ejecutada al temple sobre madera. Mide 87
centímetros de alto y 60 cm. de ancho. Pertenece al periodo 1465-1467.
EL INFIERNO
El Mapa del Infierno de Botticelli, donde se describe con exquisito lujo lo que podríamos llamar el Infierno de Dante en la Divina Comedia. El cuadro de el Mapa del Infierno de Botticelli se encuentra en la Galería de los Uffizi de Florencia
y lamentablemente está un poco deteriorado, pues tiene más de 500 años.
No se pueden apreciar con todo detalle los diferentes niveles de
infierno, a los cuales se desciende dependiendo del pecado cometido.... http://arte.laguia2000.com/pintura/venus-y-marte-botticelli http://www.arteespana.com/botticelli.htm http://blogarteehistoria.blogspot.com.es/2014/03/comentario-de-el-nacimiento-de-venus.html