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viernes, 22 de noviembre de 2019

SANTA SOFIA DE CONSTANTINOPLA Y EL ARTE BIZANTINO



La Basílica de Santa Sofía, iglesia consagrada a la Santa Sabiduría, considerada como el principal edificio bizantino de Constantinopla (actual Estambul) y uno de los más relevantes de la historia de la arquitectura. Fue proyectada y construida por Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto entre los años 532 y 537, por encargo del emperador Justiniano I.



Medallones

Destruido el templo primitivo durante la insurrección de Nika, Justiniano decidió construir un edificio que simbolizara el apogeo de su Imperio. De acuerdo con la tendencia bizantina hacia los espacios centralizados, los arquitectos idearon una gran basílica concentrada bajo una cúpula semiesférica flanqueda por dos semicúpulas (o bóvedas de horno) que sugieren un sutil eje longitudinal. El amplio espacio interior, iluminado por el anillo de ventanas abiertas en la base de la cúpula, se abre en sucesivas articulaciones a dos naves laterales que ocultan los contrafuertes transversales. Estos machones protagonizan el imponente exterior del edificio, que contrasta en su austeridad con un interior prolijo en mármoles y suntuosos mosaicos. La complejidad de exedras, columnatas y galerías elevadas en torno a la gran sala diáfana contribuye a la sensación de misterio, enfatizada por la presencia dramática de la luz y sus ambiguos reflejos sobre los revestimientos dorados.
Santa Sofía supuso un inmenso reto para la tecnología bizantina, como demuestra el hecho de que sus dos artífices eran esencialmente científicos con amplios conocimientos de física. Su gigantesca cúpula, de 32 metros de diámetro y 56 metros de altura sobre el suelo, provoca unos empujes horizontales difíciles de contener. De hecho, la primera cúpula colapsó en 558, y se sustituyó por la actual estructura nervada, concluida en 563. Su peso descansa sobre cuatro pechinas (sectores esféricos triangulares) que transmiten los esfuerzos hacia las dos semicúpulas y los contrafuertes, embebidos en la nave lateral y reforzados siglos después por los estribos exteriores que destacan en la actualidad. A su vez, las semicúpulas descansan sobre otras semicúpulas y bóvedas menores que transmiten los empujes hasta el terreno.
Su monumentalidad y la increíble audacia de su construcción hicieron de Santa Sofía el modelo más influyente de espacio centralizado. Después de la conquista otomana en 1453, la iglesia se convirtió en mezquita y referencia fundamental para la nueva arquitectura musulmana, consolidada por Mimar Sinan. Hoy es un museo.


La innovadora tecnología bizantina permitió a los arquitectos Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto diseñar una basílica con una inmensa cúpula sobre un espacio cuadrado y abierto. La cúpula original se cayó después de un terremoto y fue reemplazada en el año 563.
-Antemio de Tralles: se cree que nació alrededor del año 474 d. C en Tralles Procedía de una familia culta, su padre, Estéfano, era médico, junto con dos de sus hermanos, otro era abogado y un cuarto se le describía como "hombre de letras".
Fue profesor de geometría y arquitecto, autor junto a Isidoro de Mileto de esta Iglesia.Su talento parece que abarcaba también la ingeniería, ya que se dice que le fue encargado reparar las defensas contra las inundaciones en Dara, una fortificación bizantina en Siria.

Vista interior de la cúpula

Cristo recibe presentes del Emperador Momomaco y su esposa

La Virgen con el Niño,Justiniano I y Constantino I

Pantócrator...En la parte superior sur de la Galeria alta encontramos una Deesis en mosaico,considerada una de las obras maestras de arte bizantino

Santa Sofía se construyó inmediatamente después de la destrucción de la primitiva basílica constantiniana debido a un incendio que brotó durante la llamada Insurrección de Nika, en el mismo año 532.
Santa Sofía es una iglesia palatina construida junto al palacio imperial y como el emperador quería realizar una construcción eminentemente grandiosa con el fin de manifestar así su poder, mandó llamar a dos ingenieros especializados en construcciones militares porque se consideraba que así podría ejecutarse una obra con más innovaciones técnicas que si la dirigiese un arquitecto. 
Trabajaron en este edificio más de diez mil obreros y sabemos, especialmente por Procopio, que prácticamente todas las provincias del Imperio enviaron sus materiales más preciados para la decoración de esta iglesia. El elemento más grandioso que es su cúpula,tuvo que ser reconstruida entre los años 558 y 562 por Isidoro el Joven, sobrino de Isidoro de Mileto.


Como característica fundamental, se trata de un edificio en el que se compatibilizan a la perfección la tendencia basilical con su sentido dinámico y ritmo longitudinal y la tendencia centralizada. La primera cúpula iba cubierta con un mosaico de oro. La definitiva, al parecer, llevaba como decoración una enorme cruz. Parece evidente que la iglesia de Santa Sofía no presentaba mosaicos figurativos.

                                                                    San Juan Crisostomo


                                           Mosaico del Emperador Alejandro



Las principales características estéticas de la basílica son:

-Materiales ricos y exóticos que buscan el destello de las piedras y de las teselas de los mosaicos con el fin de diluir la estructura arquitectónica y de crear un ambiente trascendente que fuese manifestación de Dios y de su lugarteniente en la tierra, Justiniano.
-Perfección técnica de la obra, irrepetible en la arquitectura del mundo Mediterráneo.
-El exterior es similar a la de los otros edificios de estilo bizantino: achaparrado, muy voluminoso, donde destaca la cúpula pero no de manera estilizada, sino muy baja y con un tambor poco desarrollado. Los minaretes son producto de la invasión turca.
.El interior es, sin embargo, soberbio. Se accede desde un atrio y tiene dos exonártex. La planta es cuadrangular (70 x 77 metros aproximadamente), en la que hay dos ejes perfectamente diferenciados: este-oeste y norte-sur. En el eje este-oeste es donde nos encontramos con el planteamiento característico de una planta centralizada, pues está presidido sobre la gran cúpula. Esta cúpula mide 32 metros de diámetro y está formada por 40 plementos curvos en cada uno de los cuales hay una ventana que ilumina directamente la nave y que en determinados momentos del año y del día provoca el efecto "cúpula colgante".
Pese a la centralización, los ingenieros fueron capaces de desarrollar una serie de elementos que hacen que impere el eje este-oeste hacia el ábside. Para ello, lanzan de pilar a pilar unos muros que cubren totalmente las naves laterales y que forman arcos sujetos por pilares. Además, debido a su gran tamaño, tuvieron que transmitir los empujes a unas semicúpulas que a su vez los transmiten a unos cuartos de cúpulas que hay en los extremos y que tienen forma de nicho.
Todo ello termina en un presbiterio formado por un tramo cubierto por bóveda de cañón y una exedra semicircular cubierta por una bóveda de horno que al exterior se muestra poligonal. Al otro extremo hay un tramo cubierto por una bóveda de cañón que da al nártex. Las naves laterales están cubiertas por bóvedas de arista que alternan con tramos cubiertos por bóveda de cañón, que coinciden con los contrafuertes. En el piso de tribuna la cubrición se hizo a base de pequeñas cupulitas. Hay una gran diferencia de altura entre las naves laterales y la central.
La iglesia primitiva era prácticamente igual a la actual, por lo que se supone que lo que hizo Isidoro el Joven cuando la cúpula primitiva se hundió fue agrandar los pilares para que no volviera a ocurrir.
Probablemente en el siglo VII u VIII se tuvieron que añadir unos enormes contrafuertes. La decoración del interior se debe a reformas turcas, la decoración vegetal destaca de manera especial.




                                                     Detalle bizantino de un capitel



Desde la fecha de su dedicación y hasta 1453 sirvió como la catedral patriarcal de Constantinopla, excepto en el paréntesis entre 1204 y 1261 en que fue reconvertida en catedral católica durante el patriarcado latino de Constantinopla del Imperio latino, establecido por los cruzados. Tras la invasión otomana el edificio fue transformado en mezquita, manteniendo esta función desde el 29 de mayo de 1453 hasta 1931, fecha en que fue secularizado. El 1 de febrero de 1935 fue inaugurado como museo.
A veces llamada Sancta Sophia (como si fuera el nombre de Santa Sofía), sophia es en realidad la transcripción fonética al latín de la palabra griega "sabiduría" —el nombre completo en griego es Ναός τῆς Ἁγίας τοῦ Θεοῦ Σοφίας: «Iglesia de la Santa Sabiduría de Dios»
El templo estaba dedicado a la Divina Sabiduría; una imagen tomada del Libro de la Sabiduría del Antiguo Testamento y que hace referencia a la personificación de la sabiduría de Dios o segunda persona de la Santísima Trinidad. 
Está considerada como el epítome de la arquitectura bizantina, y se dice de ella que "cambió la historia de la arquitectura".Fue la catedral más grande del mundo durante casi mil años, hasta que se completó la obra de la Catedral de Sevilla en 1520. El edificio actual fue reconstruido para ser usado como iglesia, por orden del emperador bizantino Justiniano I, siendo la tercera iglesia de la Santa Sabiduría edificada en ese mismo emplazamiento.
La iglesia contiene una gran colección de reliquias de santos, y contó con un iconostasio de plata de 15 metros. Fue la sede del Patriarca de Constantinopla y el punto focal religioso de la Iglesia ortodoxa oriental por casi mil años. En esta iglesia el cardenal Humberto excomulgó a Miguel I Cerulario en 1054; acto que comúnmente se considera como el comienzo del Gran Cisma.
En 1453 Constantinopla fue conquistada por los turcos otomanos bajo las órdenes del sultán Mehmed II, quien posteriormente decidió que el templo se convirtiera en mezquita.Las campanas, el altar, el iconostasio y los vasos de sacrificio fueron retirados, y muchos de los mosaicos fueron enlucidos. Durante el dominio otomano se le añadieron detalles arquitectónicos islámicos como el mihrab, el minbar y cuatro minaretes. 
Mezquita principal de Estambul durante casi 500 años, Santa Sofía sirvió como modelo para muchas otras mezquitas otomanas, como la Mezquita del Sultán Ahmed —también conocida como la Mezquita Azul de Estambul—, la Mezquita Sehzade, la Mezquita de Solimán, la Mezquita Rüstem Pasha y la Mezquita Kiliç Ali Pasha.


                                                  Fuente para Rituales de Purificación


Restos de la Basilica,cuya construcion fué ordenada por el Emperador Teodosio II,donde se muestra el Cordero de Dios



Historia...
Primera iglesia
La primera iglesia se conoció como Μεγάλη Ἐκκλησία (Megálē Ekklēsíā, "Iglesia Grande") o Magna Ecclesia en latín, debido a que sus dimensiones eran mayores que las de las iglesias contemporáneas de la ciudad. Fue inaugurada el 15 de febrero del 360 —durante el reinado de Constancio II, por el obispo arriano Eudoxio de Antioquía, fue construida junto a la zona donde se estaba desarrollando el palacio imperial. La cercana Iglesia de Santa Irene (Santa Paz) fue terminada antes y sirvió como catedral hasta que se terminó la iglesia de Santa Sofía. Ambas fueron conjuntamente las principales iglesias del Imperio bizantino.
En un escrito de 440, Sócrates de Constantinopla afirmó que la iglesia fue construida por Constancio II, que estaba trabajando en ella en el 346. Una historia posterior al siglo VII o VIII, afirma que que el edificio fue construido por Constantino el Grande. Zonaras reconcilió las dos opiniones, afirmando que Constancio reparó el edificio consagrado por Eusebio de Nicomedia después de que este se derrumbara. Dado que Eusebio fue obispo de Constantinopla de 339 a 341 y que la muerte de Constantino ocurrió en 337, parece posible que la primera iglesia fuera erigida por este último.El edificio fue construido como una basílica latina tradicional con columnas, galerías y un techo de madera, y estaba precedida por un atrio. Se afirmaba que era uno de los monumentos más destacados del mundo en esa época.
Cuando el Patriarca de Constantinopla, Juan Crisóstomo, entró en conflicto con la emperatriz Elia Eudoxia, esposa del emperador Arcadio, y fue enviado al exilio el 20 de junio de 404. Durante los disturbios que se produjeron tras este hecho, la iglesia fue quemada y derrumbada en gran parte,y en la actualidad no se conserva nada de este primer edificio.



Segunda iglesia
El emperador Teodosio II ordenó la construcción de una segunda iglesia, que inauguró el 10 de octubre de 415. Esta basílica, con techo de madera, fue construida por el arquitecto Rufinus. Sin embargo, durante los disturbios de Niká se desató un incendio que quemó y derrumbó este segundo edificio, entre el 13 y el 14 de enero de 532.
Aún sobreviven algunos bloques de mármol de esta segunda iglesia. Entre ellos unos relieves que muestran doce corderos, representando a los doce apóstoles, y que originalmente formaban parte de una monumental puerta de entrada. En la actualidad estos bloques se encuentran en una excavación junto a la entrada del museo. Las piezas fueron descubiertas por A. M. Schneider en 1935, bajo el patio oeste, pero posteriormente las excavaciones fueron detenidas por temor a que afectaran a la estabilidad del edificio actual.



Tercera iglesia (construcción actual)

El 23 de febrero de 532, tan sólo unos días después de la destrucción de la segunda basílica, el emperador Justiniano I decidió construir una tercera basílica completamente diferente, más grande y más majestuosa que sus predecesoras.
Justiniano eligió al físico Isidoro de Mileto y al matemático Antemio de Tralles (antes mencionados) como arquitectos, aunque Antemio murió durante el primer año de la empresa. Existe la teoría de que se empleó a Herón de Alejandría para hacer frente a los desafíos que presentaba la construcción una cúpula expansiva sobre un espacio tan grande.
El historiador bizantino Procopio de Cesarea describió la construcción del templo en su obra Sobre los edificios -latín: De aedificiis; griego:Peri ktismatōn-. Se emplearon más de diez mil personas para la construcción., y el emperador hizo traer material procedente de todo el imperio, como las columnas helenísticas del Templo de Artemisa en Éfeso, grandes piedras de las canteras de pórfido de Egipto, mármol verde de Tesalia, piedra negra de la región del Bósforo y piedra amarilla de Siria. Esta nueva iglesia fue reconocida por los contemporáneos como una gran obra de arquitectura. El emperador, junto con el patriarca Eutiquio, inauguró con mucha pompa la nueva basílica el 27 de diciembre de 537. Los mosaicos dentro de la iglesia se completaron bajo el reinado del emperador Justino II (565-578). Santa Sofía fue la sede del patriarca ortodoxo de Constantinopla y el escenario principal de las ceremonias imperiales bizantinas, como las coronaciones. La basílica también ofrecía asilo a los malhechores.
Los terremotos de agosto de 553 y del 14 de diciembre de 557 causaron grietas en la cúpula principal y en la media cúpula oriental. La cúpula principal se derrumbó por completo durante un posterior terremoto el 7 de mayo de 558,9 que también destruyó el ambón, el altar y el copón. El accidente se debió principalmente al exceso de carga de la cúpula y al enorme empuje horizontal que transmitía a los soportes, al tener un diseño demasiado plano. Esto causó la deformación de los pilares que sostenían la cúpula. El emperador ordenó la restauración inmediata, la cual se encomendó a Isidoro el Joven, sobrino de Isidoro de Mileto, que utilizó materiales más ligeros y elevó la cúpula,10 dando a la construcción su altura interior actual de 55,6 metros (182 pies).11 Por otra parte, Isidoro cambó también el tipo de bóveda, erigiendo una cúpula nervada con pechinas, cuyo diámetro se encontraba entre 32,7 y 33,5 metros.10 Esta reconstrucción, que dio a la iglesia su actual forma característica del siglo VI, se completó en el año 562. El poeta bizantino Pablo Silenciario compuso un poema épico, conocido como Ekphrasis, para la dedicación de la basílica presidida por el Patriarca Eutiquio el 23 de diciembre de 562.
En 726, el emperador León el Isáurico publicó una serie de edictos contra la veneración de imágenes y ordenó al ejército destruir todos los iconos (inaugurando el período de la iconoclasia bizantina). En ese momento, todas las imágenes y estatuas religiosas se retiraron de la iglesia de Santa Sofía. Después de un breve respiro durante el mandato de la emperatriz Irene (797-802), los iconoclastas reaparecieron. El emperador Teófilo (829-842), fuertemente influenciado por el arte islámico, prohibió las imágenes religiosas e instaló una puerta de bronce de dos hojas con su monograma en la entrada sur de la iglesia.
La basílica volvería a sufrir daños: primero por un gran incendio en el 859, y de nuevo por un terremoto, el 8 de enero de 869, que colapsó media cúpula. El emperador Basilio I ordenó las reparaciones. Un siglo después, el 25 de octubre de 989, un nuevo gran terremoto arruinó la cúpula, y fue el emperador bizantino Basilio II quien encargó su reparación al arquitecto armenio Trdat, creador de las grandes iglesias de Ani y Argina.Sus principales reparaciones afectaron al arco occidental y a una parte de la cúpula. La magnitud de los daños requirió seis años de reparación y reconstrucción, hasta que la iglesia fue reabierta el 13 de mayo de 994.
En su libro De caerimoniis aulae Byzantinae, el emperador Constantino VII (913 a 919) escribió un relato detallado de las ceremonias que llevaron a cabo el emperador y el patriarca en la iglesia de Santa Sofía.
Tras la toma de Constantinopla durante la Cuarta Cruzada la iglesia fue saqueada y profanada por los cristianos latinos. El suceso fue descrito por el historiador bizantino Nicetas Choniates. Muchas supuestas reliquias de la iglesia (como una piedra de la tumba de Jesús, la leche de la Virgen María, la mortaja de Jesús y los huesos de varios santos) fueron enviadas a las iglesias de occidente, y actualmente se encuentran en varios museos. Durante la ocupación latina de Constantinopla (1204-1261) la iglesia se convirtió en una catedral católica. En ella fue coronado emperador Balduino I de Constantinopla, en una ceremonia que siguió de cerca las prácticas de bizantinas, el 16 de mayo de 1204.



Mezquita

En 1453 el sultán Mehmed puso cerco a Constantinopla, impulsado en parte por un deseo de convertir a la ciudad al Islam.El sultán prometió a sus soldados tres días de saqueo ilimitado antes de reclamar los contenidos de la ciudad para sí mismo. La iglesia de Santa Sofía no estuvo exenta de saqueos, siendo el punto focal de los invasores, quienes pensaban que contendría los tesoros más importantes de la ciudad.Poco después de que las defensas de la ciudad se derrumbaran, los saqueadores se dirigieron a la iglesia de Santa Sofía derribando sus puertas.A lo largo del asedio, en la iglesia se estuvo celebrando la santa liturgia y la liturgia de las horas, siendo el templo un refugio para muchos ciudadanos incapaces de contribuir en la defensa de la ciudad.Atrapados en la iglesia, feligreses y refugiados se convirtieron en parte del botín a repartir entre los invasores. El edificio fue profanado y saqueado, y sus ocupantes esclavizados o asesinados; los ancianos y los enfermos fueron asesinados, y el resto encadenados.Los sacerdotes continuaron llevando a cabo los ritos cristianos hasta que fueron detenidos por los invasores.Cuando el sultán y su cohorte entraron en la iglesia insistió en que debía ser transformada en mezquita, tras lo cual uno de los Ulama subió al púlpito y empezó a recitar el shahada.
Como está citado más arriba, inmediatamente después de la conquista de Constantinopla en 1453, Mehmet II convirtió Santa Sofía en la mezquita de Santa Sofía.Según lo descrito por varios visitantes occidentales (como el noble Cordobés Pero Tafur y el Florentino Cristoforo Buondelmonti),la iglesia estaba en un estado ruinoso, con varias de sus puertas fuera, el sultán Mehmed II ordenó la limpieza de la iglesia y su conversión. Asistió a la primera oración del viernes en la mezquita el 1 de junio de 1453.Santa Sofía se convirtió en la primera mezquita imperial de Estambul.A la que corresponde Waqf fueron dotados la mayoría de las casas existentes en la ciudad y la zona del futuro Palacio de Topkapi.A través de las cartas imperiales de 1520  y 1547 hemos sabido de las tiendas y partes de Gran Bazar y  otros mercados que se han añadido a la base.Antes de 1481 un pequeño minarete fue erigido en la esquina suroeste del edificio, por encima de la torre con escalera.Más tarde, el siguiente sultán, Bayaceto II (1481-1512), construyó otro minarete en la esquina noreste.Uno de ellos se estrelló debido al terremoto de 1509 y alrededor de la mitad del siglo XVI fueron reemplazadas por dos minaretes diagonalmente opuestas construido en las esquinas del edificio este y oeste.
En el siglo XVI el sultán Solimán el Magnífico (1520-1566) trajo dos velas colosales de la conquista de Hungría.Se colocaron a ambos lados de la mihrab. Durante el reinado de Selim II (1566-1577), el edificio comenzó a mostrar signos de fatiga que se fué reforzando con la adición de las ayudas estructurales en su exterior dirigidas por el arquitecto otomano Mimar Sinan, que también es considero uno de los primeros ingenieros del mundo para terremotos. Además de fortalecer la histórica estructura bizantina, Sinan construyó los dos minaretes grandes adicionales en el extremo oeste del edificio, el original palco del sultán, y el Turbe (mausoleo) de Selim II en el sureste del edificio en 1576 . Más tarde su Turbe acogió también 43 tumbas de príncipes otomanos.






jueves, 4 de julio de 2019

EL MONASTERIO JERÓNIMO DE GRANADA...LA IGLESIA PAGANA


Con una parte gótica tardía, la que se corresponde al cuerpo, y una cabecera renacentista que se construye cuando doña María Manrique, duquesa de Sessa y Terranova, viuda de don Fernando González de Córdoba, el Gran Capitán, obtiene de Carlos V la concesión del altar mayor como panteón familiar.
Doña María, mujer de esmerada educación, vasta cultura humanista y gustos muy italianos después de su estancia en Italia cuando su marido fue virrey de Nápoles, donde es muy probable que mantuviera una pequeña corte personal al estilo de la época, frecuentada por artistas, pensadores y literatos, también se comprometió al amueblamiento de la cabecera mediante la incorporación de un retablo mayor y una reja además de sus respectivos túmulos funerarios de mármol, en un esquema que parece seguir el de la Capilla Real de los Reyes Católicos y con el que busca dar cumplimiento a las disposiciones testamentarias de su esposo.
Y mando que si Dios nuestro Señor fuere servido de disponer de mi en esta enfermedad mi cuerpo sea depositado en el monasterio de señor San Jeronimo extra muros de esta cibdad de Granada, et que de alli sea puesto et enterrado donde la duquesa mi muger quisiere et hordenare” 

Para su ambicioso proyecto la duquesa contrató a Jacopo Lazzaro di Pietro Torni, conocido en España como “Jacobo Florentino”, arquitecto, escultor y pintor italiano que había llegado a Granada poco antes para trabajar en la Capilla Real dirigiendo y facilitando modelos para la decoración de la misma y como tracista de la sacristía de la Catedral, de las cajonerías y del espacio de la antesacristía de unión con la girola, con una interesante portada concebida como arco de triunfo. Algunos autores consideran que por esas fechas ya habría empezado a trabajar, contratado por la duquesa, y previo consentimiento del prior, en la iglesia de los Jerónimos, incluso antes de recibir la concesión oficial del emperador.
Tras la muerte de Florentino en 1526, Diego de Siloé, uno de los más afamados arquitectos del momento en la península, se hace cargo de la dirección, y aunque la duquesa de Sessa murió en 1527, sus disposiciones testamentarias dejaron suficientes fondos para continuar con las obras, por lo que a comienzos de la década de 1550 la iglesia ya estuvo preparada para recoger los restos mortales del matrimonio, trasladados en 1552 en solemne procesión a la cripta ubicada a tal efecto bajo el crucero, procedentes del convento de San Francisco, donde habían estado depositados provisionalmente porque la capilla mayor era el panteón de los González de Córdoba.
En esos años de mediados del siglo XVI don Gonzalo Fernández de Córdoba y Fernández de Córdoba, III duque de Sessa, nieto del Gran Capitán y heredero del patronato, cedió al monasterio el cortijo de Ansola, perteneciente a su mayorazgo, para que con sus rentas los monjes estuvieran obligados a rematar las obras y costear el retablo, la reja, la solería de la capilla y unos sepulcros exentos para sus abuelos que tendrían que haberse colocado en el centro del crucero, pero que nunca llegaron a labrarse.


”.



Los “tenantes” tienen su origen en los dos pajes que en los desfiles de justas sostenían los escudos de cada caballero, utilizados con anterioridad en edificios civiles como el Palacio del Infantado de Guadalajara, realizado por Juan Guas hacia 1480. Pero el caso de los Jerónimos es uno de los primeros en un edificio religioso y ello tiene relación con el carácter funerario y de inmortalidad laica que adquiere la cabecera. El primero quizá sea en la Capilla de los Condestables de la catedral de Burgos, en donde aparecen, tanto en el interior como en el exterior.

La fachada de la iglesia se divide en tres cuerpos flanqueados por potentes contrafuertes. El primero está protagonizado por la portada de mármol, material diferente, añadida en 1590, con arco de medio punto central flanqueado por dobles columnas dóricas que soportan un entablamento sobre el que se ubica una hornacina cuadrada rematada por frontón que acoge un altorrelieve de san Jerónimo, atribuido a Martín Díaz de Navarrete y Pedro de Orea, y flanqueada por dobles estípites culminados en bolas sobre las columnas. 
El segundo y el tercer cuerpo son obra de Siloé. En ellos aparece un escudo de los Reyes Católicos central flanqueado por dos pequeñas ventanas cuadrangulares y por las iniciales F e Y coronadas con el yugo y las flechas, al lado del Evangelio y de la Epístola respectivamente, siguiendo de nuevo la división canónica de hombres y mujeres, y una gran ventana de medio punto, que ilumina el coro alto, flanqueada por bichas y los tondos con los bustos de los santos Pedro y Pablo. Aunque esta decoración se fecha ha. 1540, es lógico que aparezca la heráldica de los Reyes Católicos en vez de la de Carlos V, como fundadores del monasterio.



En la cabecera, convertida en panteón de don Gonzalo Fernández de Córdoba y doña María Manrique de Lara, se aprecia claramente el cambio de estilo introducido por Jacobo Florentino, artista italiano que ya trabaja “a lo romano”, término que en ese momento se daba a la nueva estética renacentista proveniente de Italia. Así, aprovechando lo ya construido, Florentino optó por recrecer los primitivos pilares mediante monumentales pilastras estriadas con capiteles pseudocorintios con hojas de acanto y animales fantásticos, incorporó en los transeptos dos retablos de piedra con hornacinas aveneradas y capiteles con mascarones y cambió los arcos de entrada de las capillas laterales. Florentino muere en 1526 y se cree que las obras siguen según sus trazas. 
La construcción de este tipo de panteones se inscribe dentro de una costumbre arraigada a fines de la Baja Edad Media, cuando el cristianismo tomó conciencia de que la Parusía y el Juicio Final anunciados en los Evangelios no iban a ser inmediatos y se formó una idea de Juicio del alma individual justo después de la muerte que afianzó fuertemente el concepto de Purgatorio, un lugar intermedio antes de subir al Cielo, al que los purgantes podrían llegar dependiendo de las misas, oraciones y buenas obras que los vivos ofrecieran por ellos después de su muerte, de ahí la proliferación de capellanías privadas en monasterios, catedrales y parroquias a las que se dotaba económicamente para que se celebraran misas por las almas de sus comitentes.
Precisamente la Orden jerónima, institución de tendencia puramente contemplativa, asidua a la oración y la penitencia en soledad y silencio, siempre destacó por el cuidado y la solemnidad que aplicaban a la liturgia funeraria y por la preparación  musical de sus monjes, orientada a la mayor solemnidad de la misma, de ahí que desde su creación en el siglo XIV, bajo la Regla de san Agustín, fuera una de las preferidas para encomendar los rezos a difuntos.
Además, con la introducción del Humanismo, que implicó un profundo cambio de mentalidad, a los valores netamente cristianos de salvación de las almas, estos proyectos funerarios fueron acompañados de un intenso deseo de que su recuerdo perdurara a través de los tiempos mediante una construcción arquitectónica, dentro de la idea humanista que defendía que por encima de sus hazañas, los grandes hombres serían recordados por sus empresas constructivas, una inmortalidad también laica, la pervivencia de la casa y el linaje.
Cuando Diego de Siloé se hace cargo de la dirección de obra, termina los transeptos, pequeños brazos que ya contaban con los retablos de Florentino, a los que incorpora grandes escudos de armas en la hornacina central, lansquenetes haciendo guardia en las hornacinas laterales y alegorías de las Virtudes Cardinales, con la Fortaleza y la Justicia en el retablo de la Epístola y la Fe y la Esperanza en el del Evangelio.


Uno de los mejores edificios del Renacimiento español que a su impresionante oferta plástica y estética, suma  grandes honores que lo hacen único. Tal vez el más diferente y sobrecogedor hace que sea una de  las Iglesias más personal ...El ser la primera cuya consagración de la iglesia jerónima en 1513 bajo el nombre de Concepción, la convierte en la primera iglesia inmaculista del Mundo como recuerda la inscripción en el cimborrio de su crucero...pasamos a las particularidades que hacen de esta joya un gran patrimonio histórico sin otro igual... 



Los relieves de los casetones de las bóvedas del crucero, inspirados  en las obras clásicas de Dante, “Los triunfos” de Petrarca o Bocaccio, siguen dejándonos sin aliento. ¿Quién imagina por un momento que toda la cultura clásica, y por tanto pagana, iba a tener cabida dentro de una Iglesia? Y es ahora cuando es preciso  hacer el esfuerzo de trasladarse a la Granada que va de 1520 a 1550, para en medio de un tiempo como aquel, quedar absorto con el siguiente dato: la influencia impresionante que el ciclo decorativo de estas bóvedas recibe directamente del "Speculum Humanae Salvationis",casi podria considerarse la primera obra pre-feminista de la Historia, un intento de equiparar las virtudes y proezas de la mujer y del hombre, o lo que es lo mismo, lo que nuestros ojos contemplan al mirar a las bóvedas jerónimas. 



Los sátiros y monstruos de las veneras constituyen un esquema mitológico pagano que sigue resultando difícil de entender en el interior de un templo. Más que una Iglesia, parece que estuviéramos en un palacio destinado a ensalzar al dueño del mismo, a una página de historia como la Cuadra Dorada de la Casa de los Tiros. Incluso cuando Siloe se encarga de la realización de los relieves de los santos protectores, no se olvida de incluir sirenas, grifos y toda suerte de animales fantásticos que parecen las ilustraciones a la “Metamorfosis” de Ovidio más que una cubierta de un espacio sagrado. 


Que en la cabecera la decoración se realice mediante figuras paganas sigue siendo de vital importancia. La entrada de la Iglesia la tiene por una zona de vega, alejada de cualquier espacio céntrico y dirigido hacia la que entonces era población. Sigue resultando anecdótico que una obra de esta magnitud colocara la entrada al recinto sagrado mirando a un lugar despoblado, destinado a cultivos. Sin embargo, su cabecera se dirige hacia la Catedral y el eje principal de la ciudad, que es el lugar donde va a ubicarse una decoración profana, soldados de la Antigüedad sosteniendo la gloria del Gran Capitán. Todo esto se produce antes de 1552, año en el que se traslada el cuerpo del Gran Capitán desde el convento alhambreño de San Francisco, por lo que ya estaba terminada la Iglesia. Y es muy importante que recordemos esta fecha, ya que nos indica que todos estos programas decorativos, se llevan a cabo antes de la Contrarreforma, antes de la nueva etapa de recatolización mediante el arte, trazada por la Iglesia a través del Concilio de Trento. 


Pero lo cierto es que la decoración de San Jerónimo tuvo que ser tan revolucionaria para su época como es de imaginar. Algo tan desconocido como igualar en valores y exaltaciones a hombre y mujer sólo era posible en una Granada que en el siglo XI tuvo a una mujer en el Gobierno regio, desde el siglo XIV admitía mujeres en su Universidad y que se había consagrado por entero a la que no admitía discusión, la reina Isabel. Pues bien, ya tenemos puestos los ingredientes para entender qué ocurrirá al punto que en cuando el Arzobispo de Granada, entonces Antonio de Rojas Manrique, conoce el contenido del esta arquitectura iconográfica, presenta todo tipo de contrariedades a la duquesa viuda doña María, con la que  comparte apellido. 



En San Jerónimo, se ha levantado la obra más culta, aparatosa y profana que los postulados del Concilio de Trento podrian consentir. Toca reconducir aquello y lo primero que se plantea concluido el Concilio e iniciada la Contrarreforma es la ejecución del Retablo Mayor, que entre 1570 y 1605 va a constituir el acta de fundación de la escultura barroca española, más aún, de la imaginería con unción sagrada y no meramente decorativa. Acababa de nacer la aportación hispana al arte devocional con este colosal proyecto naturalista. Todo parece indicar que al fin, tras 30 años de “paganismo bendecido”, San Jerónimo vuelve a expresar su condición de espacio sacro. Pero llega el último encargo, el impresionante programa iconográfico de las pinturas murales, que entre 1723 y 1725 se va a llevar a cabo con tres motivos: en la cabecera mayor, la exaltación del Duque, la Vida del Gran Capitán. En el Coro Alto, la exaltación y triunfo de la fe y la Eucaristía y en los pilares, en la zona más visible, en la que los fieles primero van a ver, los siete arcángeles y el Ángel de la Guarda.


Algo tan fundamental para el catolicismo como la Fe y la Eucaristía, quedan reservados al coro alto, donde sólo los frailes tendrán acceso. Y sin embargo, a la vista de todos de forma muy notoria, aparece el tema de las 8 figuras angélicas. Las ocho figuras en relación con las virtudes del Gran Capitán, colocadas en el transepto del Evangelio, siguiendo también en esto la división canónica, son Homero, Escipión, Mario, Marco Tulio Cicerón, Julio César, Pompeyo, Marcelo y Aníbal, todas paganas, personajes anteriores a Cristo y de clara tradición clásica aunque de diversos orígenes.Parece que fueron elegidos, (Homero como escritor que relata hazañas de grandes hombres, en la idea de que todos necesitan de que su recuerdo perviva, y el resto como grandes militares que sufrieron fuertes reveses provocados por la envidia, lo mismo de lo que don Gonzalo se quejaba al final de su vida. Las fuentes que se cree que se manejaron fueron la traducción de Sannazzaro de Vidas Paralelas de Plutarco, muy conocida entre los círculos literarios napolitanos en los que se movieron los duques durante su estancia en el virreinato de Nápoles, y los Triunfos de Petrarca, pues en el capítulo el “Triunfo de la Fama” están todos ellos).
En cuanto a las figuras relacionadas con las virtudes de la duquesa, colocadas en el arco del transepto de la Epístola, se dividen en cuatro de origen bíblico y otras cuatro mitológico. Las bíblicas son Judit, Ester, Débora y Abigail, colocadas en la parte más cercana al altar, probablemente como alegorías de la Fortaleza, la Templanza la Justicia y la Prudencia y que vistas en conjunto prefigurarían a la Virgen, según se refleja en el "Libro de las Claras y Virtuosas mugeres (mujeres)" de Álvaro de Luna de mediados del siglo XV, que pudo muy bien ser una de las fuentes para elaborar el ciclo. En cuanto a las figuras de origen mitológico, son Artemisia, Alcestis, Penélope y Hersilia, colocadas en el lado cercano a la nave, y con las que la duquesa se identificaría por su entrega a sus esposos: Artemisia por haber encargado el gran Mausoleo para su esposo Mausolo, Alcestis por haber ofrecido su vida para salvar la de su marido, aunque en el último momento fuera salvada por Hércules, Penélope por su paciencia y fidelidad esperando tantos años el regreso de Ulises y Hersilia por su fecundidad al haber dado un heredero a Rómulo.


El retablo mayor todavía es una incógnita en cuanto a su autoría. Aunque hay autores que defienden que la traza primitiva ya habría sido dada por el propio Jacopo Florentino en la década de 1520 y otros creen que la primera traza sería de Diego de Siloé diez años después, lo cierto es que su ejecución se retrasó mucho en el tiempo. Se sabe que en 1570 se contrató al pintor Juan de Aragón para que realizara la parte de pintura, dorado de acuerdo a unas trazas y labor escultórica en la que se menciona a Diego de Navas, Bernabé de Gabiria, Pablo de Rojas, Martínez Montañés y Juan Bautista Vázquez el Mozo. Pero se cree que en 1573 las trazas fueron modificadas y ampliadas por Diego Pesquera y Lázaro de Velasco, hijo, precisamente, de Jacobo Florentino. En 1585 todavía se estaba trabajando en él, con la intervención de Alonso Rivero de Jaén, Luis Fernández y Francisco Castillejo de Sevilla y Miguel Sánchez de Córdoba, terminándose hacia 1605 aunque modificado según otra nueva traza de Pedro de Orea en la que se le añadió un cuerpo más.



Muestra cinco calles y cuatro entrecalles organizadas en sotobanco, banco, cuatro cuerpos y ático y relata el Ciclo de la Vida de Cristo. En el sotobanco aparecen los relieves de los santos Esteban, Lorenzo, María Egipciaca, Constantino, Martín, Cosme, Damián, Úrsula y Susana. En cuanto al banco, representa a santas mártires en los pedestales y los santos Mateo, Bartolomé, Jerónimo, Agustín, Juan, León, Ambrosio, Ildefonso y Marcos, Evangelistas y Doctores de la Iglesia junto al patrón de la Orden, en los relieves intermedios.
Fuera del retablo, y a la altura del banco, se colocaron las esculturas orantes del Gran Capitán y de su esposa, de nuevo siguiendo el riguroso orden de la figura masculina en lado del Evangelio y la femenina en el de la Epístola. 
El primer cuerpo es de orden dórico, con una imagen central de la Virgen de la Pera procedente del retablo de Santa Paula flanqueada por los apóstoles Pedro y Pablo, los relieves de la Adoración de los pastores y la Epifanía, las santas Catalina y Bárbara en pareja, Santa Margarita y esculturas de bulto de los santos Benito y Bernardo en las entrecalles de los extremos.
El segundo cuerpo es de orden jónico, con una Inmaculada central del siglo XVII, siendo esta iglesia el primer templo dedicado a este misterio, cuando todavía no estaba ni aprobado por Roma, inicio de una devoción concepcionista que en Granada alcanzó gran predicamento. A sus pies se encuentran los bustos de sus padres, los santos Joaquín y Ana, y está flanqueada por los santos Juanes, los relieves de la Anunciación y la Presentación en el templo, los santos Paula y Eustaquio en pareja, Santa María Magdalena y esculturas de bulto de los santos Andrés y Santiago en las entrecalles de los extremos.
El tercer cuerpo es de orden corintio, con San Jerónimo en el desierto en el centro flanqueado por Cristo atado a la columna y el Ecce-Homo, los relieves de la Oración en el Huerto, el Prendimiento, la Crucifixión y la Piedad y las esculturas de bulto de los santos Andrés y Santiago en las entrecalles de los extremos.
El cuarto cuerpo es de orden compuesto, con una imagen central de un Calvario flanqueado por los relieves de la Ascensión y Pentecostés, las alegorías de la Prudencia y la Justicia y los escudos de los duques de Sessa.
Finalmente, en el ático se representa a Dios Padre entre nubes flanqueado por los santos Justo y Pastor y la Fortaleza y la Templanza, con la Fe, la Esperanza y la Caridad coronando el conjunto.

Como resumen de todo, digamos que San Jerónimo, aparte de ser una obra de arte única, un contenedor cultural y patrimonial de primer orden, un espacio renacentista como pocos hay en toda España, es por definición, la Iglesia más pagana de todas, el Monasterio más infiel. 
Todo esto la hace la mas especial que yo al menos haya visto...


https://viajarconelarte.blogspot.com/2015/09/la-iglesia-del-monasterio-jeronimo-de.html
https://www.ugr.es/~pwlac/G25_15Jose_Rodriguez_Molina.html 
https://es.wikipedia.org/wiki/Real_Monasterio_de_San_Jer%C3%B3nimo_(Granada)