miércoles, 14 de agosto de 2019

LA CATEDRAL DE CEFALU Y EL ESTILO NORMANDO-BIZANTINO



La catedral de Cefalú es uno de los monumentos normandos más importantes de la isla de Sicilia. Dedicada al Salvador y a la Transfiguración de Jesús, la catedral fue consagrada en la fiesta de Pentecostés del año 1131 por encargo del rey Ruggero II de Sicilia. Pensada inicialmente como panteón de los reyes de Sicilia, los sucesores de Ruggero II (que la concluyeron en 1240) desestimaron su uso como mausoleo dando esta función a la catedral de Palermo.
El origen de la Catedral de Cefalù está ligado, según los relatos tradicionales, a un viaje por mar que hizo el rey Ruggero II de Sicilia, desde Salerno, cerca de Nápoles, hacia Palermo. Durante la navegación el barco fue sorprendido por una fuerte tormenta. Temiendo por su vida, y por la de sus hombres, Ruggero hizo voto al Salvador con la promesa de construir una iglesia en el lugar en que lograsen tocar tierra a salvo. Desembarcado en Cefalù, cumplió con su voto dando así comienzo a la construcción de la Catedral de Cefalù, dedicada al Salvador.
Sucesivamente el rey tomó la decisión de hacer de la catedral el mausoleo de la familia real. Al año 1145 se remonta la documentación relativa a la colocación, al interior del templo, de dos sarcófagos de pórfido, ubicados en los extremos del transepto. Uno de ellos sería destinado a recibir sus restos mortales, el otro tal vez los de su sucesor.
El proyecto originario del edificio iba a ser inspirado a la arquitectura románica, aún adaptándola a las exigencias del culto bizantino. 



El estilo constructivo es románico siculo-normando, se trata de un arte cristiano, pero lleno de recuerdos orientales y con la participación, sin duda, de mano de obra árabe. Estaría en la línea de nuestro románico mudéjar.

El pórtico aparece flanqueado por dos torres de esbeltas proporciones y un pórtico en la entrada, con un elegante columnario con tres arcos apuntados, tras el cual aparece el muro de la fachada de la iglesia, decorado con arcos entrelazados normandos, detrás de este pórtico sobresale el lienzo superior de la fachada.




Es un gran edificio basilical, de tres naves y tres ábsides semicirculares, sin cúpula. Una serie de filas de columnas separan la nave central de las laterales, que van cubiertas con bóvedas de arista y llevan arcadas a los costados. En el ábside, las lesenas están destinadas a sostener las arcadas de la cornisa se interrumpen hacia un tercio de la altura para dejar sitio a delgadas columnas gemelas. En los absidiolos, y debajo del festón puramente “lombardo” de los pequeños arcos de la cornisa, aparecen grandes arcadas de medio punto, anchas y lisas, además de entrecruzadas.


La piedra utilizada en su construcción es “el poros”, piedra caliza local, utilizada por los griegos en sus construcciones en la isla. La piedra se adapta muy bien a la gran variedad estilística donde, sin contradicción aparente, el arco románico de medio punto, los arcos entrelazados normandos que forman en sus cruzamientos arcos apuntados, el arco apuntado musulmán, y las crucerías. A todo ello hay que añadir hay columnas de proporción clásica participando en composiciones con mosaicos bizantinos y cúpulas islámicas, techos de artesonados y de mocárabes. Toda esta variedad constructiva  desenvuelve de una forma armónica y estética, armonizando por el sol de la isla, su cielo azul profundo y sus huertos, que junto a la flor del azahar, madura el limonar.


El ábside de la catedral fue decorado con espléndidos mosaicos, que tuvieron que ser fijados sobre un edificio de planta basilical sin cúpula. Así tuvieron que colocar el Pantocrátor en el ábside, mientras la Virgen, acompañada de cuatro ángeles ocupaba el cuerpo inferior y más abajo se disponían los Apóstoles.


El gran Cristo de la semicúpula, singularmente impresionante, es uno de los más bellos mosaicos bizantinos que pueda encontrarse. Es un ejemplo perfectamente puro de la Segunda Edad de Oro. En el 2012, fue declarado icono para todo el mundo católico. Su mano derecha Él te bendice, y la izquierda sosteniendo un libro, y, abierto. E incluso se puede leer el texto, que comienza con las palabras: "Yo soy la luz del mundo". Esto es característico, el texto está escrito en dos idiomas ( Latín y griego), esto es un reflejo de la naturaleza dual de la etapa histórica en Sicilia. Y se puede afirmar que es una de las imágenes más elegantes de la historia del arte cristiano. Bueno, tal vez, otra imagen de Cristo puede competir con el Pantocrátor en Cefalú - Cristo está en la Catedral de la Asunción en Daphne,cerca de Atenas. Pero, De acuerdo con muchos críticos, estas imágenes iconográficas aunque son casi iguales pero al mismo tiempo profundizando en su observacion las diferencias son relevantes.

La estatua renacentista de la Virgen con el Niño, obra de Antonello Gagini. En el basamento puede verse un releve que representa el Tránsito de María.


La estatua de la Patrona de Cefalù (Virgen de Gibilmanna) situada en una capilla del Santuario de Gibilmanna.

La presencia de diversas corporaciones de escultores con trabajos claramente reconocibles es una de las características de la catedral. Del más antiguo de estas agrupaciones se han podido reconocer las obras, el ambiente cultural y su estilo.Se cree que los escultores de este grupo provenían de Puglia y específicamente de Bari. Realizaron sus obras entre 1131 y 1145, es decir, antes y después de las modificaciones estructurales que fue necesario hacer. 


El segundo grupo de escultores, que al parecer vivían eran de la zona, trabajó desde el sexto capitel de la línea central de la nave y se caracteriza por un clasicismo más notorio. También trabajaron los capiteles del claustro y algunos elementos litúrgicos (de los que solo quedan restos). Se nota la presencia, aunque todavía en sus inicios (es decir antes de 1170), del Maestro dei Putti. Un tercer grupo trabajo a inicios del siglo XIII en las ménsulas de las ábsides menores. Se nota claramente la influencia de escuelas de Puglia. En cambio las del ábside central parecen más influidas por la escultura de Foggia.


Existen en la catedral tres grupos de bestiarios y temas vegetales: uno en el claustro, otro en el interior de la catedral y otro en el exterior. Este último en especial con las hojas esculpidas en los capiteles de las 180 columnas y algunas ménsulas: hojas de acanto y hojas de cardo (que simbolizan el triunfo sobre la tentación así como la virginidad). Los temas zoomórficos se encuentran en las ménsulas de las bandas lombardas, en las ábsides y en el diaconicon (con representaciones de toros, bueyes y gatos).


Los mosaicos de estilo normando-bizantino encargados por Ruggero II, cosa que queda atestiguada en el texto que aparece bajo ellos:

Rogerius rex egregius plenis pietatis
hoc statuit templum motus zelo deitatis
hoc opibus ditat variis varioque decore
ornat magníficat in Salvatoris honore
ergo structori tanto Salvator adesto
ut sibi summisos conservet corde modesto.
Anno ab incarnatione Domini Millesimo centesimo XLVIII
indictione XI anno V regni eius XVIII
hoc opus musei factum est...



Es interesante mencionar que se llama “structor” (constructor o arquitecto) al rey subrayando así su relación estrecha con la catedral ya que el soberano había decidido que ese templo sería su mausoleo. Los mosaicos se extienden por toda el ábside y los paños de la bóveda de crucería y por las paredes inmediatamente inferiores a ellos. Los temas representados son el Cristo Pantocrator: el más importante, separado y central; la Virgen y arcángeles; los apóstoles y los evangelistas; ángeles, querubines y serafines; profetas, santos y diáconos, santos guerreros y los Padres de la Iglesia oriental y occidental. Cada mosaico tiene su título escrito en griego o en latín y además es independiente sobre un fondo dorado. Las inscripciones mismas informan sobre las fechas de conclusión del trabajo que fue el año 1148 (habiendo comenzado en 1145 si se considera que en esa fecha el rey Ruggero II decidió que en esa catedral sería enterrado y los aspectos arquitectónicos que no preveían antes de esa fecha la presencia de los mosaicos). Se trata de temas bizantinos y de influencia constantinopolitana.


Los mosaicos del ábside han sido muy elogiados por la crítica desde 1860 cosa que no ha ocurrido con los de la bóveda y de las paredes además de las discusiones que se han dado en relación con su datación, los agrupamientos, etc. Los temas y técnicas de los mosaicos de las paredes recuerdan más bien la capilla palatina y por tanto, son más bien de tiempos de Guillermo I de Sicilia, el hijo y sucesor de Ruggero. Así, los mosaicos de la bóveda y los dos primeros de los paños (los Padres de la Iglesia y los santos diáconos) se habrían hecho en tiempos de Guillermo I y los restantes entre los años 1170 y 1175.
Aun cuando se ha intentado una interpretación de todo el conjunto a partir de un tema eucarístico, prima más bien la interpretación que parte del tema de la Ascensión como en otros conjuntos de mosaicos semejantes.
La inscripción latina alrededor del Pantocrator dice lo siguiente:

"Factus homo factor, hominis factique Redemptor. Iudico corporeus corpora corda Deus".
(Yo) el creador (me) he hecho hombre. Yo Redentor del hombre y del hombre que hice. Juzgo en cuanto corpóreo los cuerpos, en cuando Dios los corazones

El techo del transepto, separado en tres tramos por los dos arcos apuntados que separan el centro de los laterales. Se nota el detalle decorativo de las columnas injertadas en las esquinas de la estructura portante del edificio, detalle común a otras edificaciones de la época
Cristo en la Cruz siglo XV

Pila Bautismal




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