jueves, 22 de agosto de 2019

KHEPER...EL ESCARABAJO Y LOS EGIPCIOS


El símbolo del escarabajo aparece muy asiduamente en jeroglíficos, estatuas y esculturas. En las visitas a monumentos en Egipto veremos por todos lados la familiar representación de la forma típica del escarabajo, tanto en dibujos como en estatuas o en piedras. Pero, ¿qué significa? ¿Cuál es la relevancia de este símbolo?
El escarabajo ha sido divinizado durante el Antiguo Egipto. Su forma se relacionaba con el dios Jepri en la representación gráfica (cuerpo humano y cara de escarabajo). Sin embargo, normalmente, la gente se refería al escarabajo como el dios Ra, el creador del universo, uno de los dioses más importantes del panteón egipcio.
La razón de que el escarabajo aparezca tantas veces representado en( desde jeroglíficos, hasta joyas, estatuas y grabados), se debe a la popular creencia de que era un amuleto de protección en contra de las enfermedades y la muerte.
Además podemos decir que se interpretaba como un símbolo de resurrección. No sólo protegía de enfermedades a quienes lo llevaban como amuleto estando en vida, sino que colocado junto a los muertos signigicaba que podría resucitar y alcanzar así, la vida eterna.
Durante el proceso de momificación se solía comparar el corazón del difunto con un grabado de granito donde estaban tallados varios escarabajos. Como ya he dicho anteriormente, se tenía la verdadera creencia de que la protección de este amuleto continuaba después de la muerte, a la hora de que el muerto se encontrara frente a Osiris. De este modo podía alcanzar la vida eterna más allá de la terrenal.
El símbolo del escarabajo aparece muchas veces grabado en los sarcófagos o en las salas sepulcrales en el Valle de los Reyes y de las Reinas en Luxor, asi como en otras tumbas alrededor del país. Este es un claro ejemplo de cómo se creía que funcionaba esa protección del escarabajo como amuleto.
El culto a este símbolo, enmarcado dentro del propio culto a la muerte, se representaba con un escarabajo que normalmente se tallaba en piedra verde y se colocaba en el pecho de los difuntos. El sitio no era casual, ya que de este modo el escarabajo podía proteger el corazón y sustituirle durante la momificación. El propósito de esta símbolo, conocido también como “escarabajo del corazón” era asegurarse de que el corazón no testimoniaría contra el difunto en el juicio de los muertos. También los textos de los sarcófagos hallados con estos amuletos,  afirman que el alma de los difuntos se podría reencarnar, y renacer así, convertidos en un humano, un dios, o un pájaro.
Aún hoy en día se mantiene la creencia de que el escarabajo funciona como un  amuleto de buena suerte. En muchos mercados en Egipto podremos comprar pequeños escarabajos tallados en lapislazuli u otras piedras (en general azuladas) que nos venden para colgar en el cuello o llevar en la cartera.


Tuvo en el antiguo Egipto un papel muy destacado como animal simbólico de protección pues representaba la vida. Los egipcios lo consideraban sagrado y lo relacionaban con la creación, la reproducción, la virilidad, la sabiduría, la renovación, la resurrección y la inmortalidad. Fue venerado por el pueblo como divinidad simbolizando al dios de la creación y confeccionado de mil formas diferentes. De hecho uno de los adornos más populares era la sortija de sello decorada con el símbolo del escarabajo. Pero ¿por qué el escarabajo?, ese animal tan sencillo que anda haciendo pelotas con el estiércol. 


Todo arranca de la manera que tuvieron los egipcios de observar a estos insectos tan abundantes en aquellas tierras y de las conclusiones que obtuvieron de su comportamiento. Pensaron que el hecho de acarrear bolas de estiércol por el suelo estaba relacionado con la manera en que el dios-sol hacia rodar el sol de un lado a otro del firmamento. Como el sol otorgaba el calor y la vida, llegaron a la conclusión de que los escarabajos eran símbolos de generación. De esta manera empezaron a fabricar amuletos donde se reproducía la figura del escarabajo con el deseo de alcanzar la fuerza del dios de la creación. Pero no quedó aquí el examen que hicieron de la conducta del escarabajo. 


También se dieron cuenta de que estos insectos cavaban profundos agujeros en la tierra donde depositaban esas bolas de estiércol que transportaban. Pasado un tiempo descubrían que de esos agujeros salían nuevos escarabajos. Entonces pensaron que los escarabajos originales habían vuelto a nacer y les otorgaron el don de la inmortalidad. Así les asignaron a los escarabajos las propiedades simbólicas de la renovación y la resurrección eternas. 


Los fabricaban en todo tipo de materiales, desde las piedras duras hasta la blanda esteatita. Había amuletos hechos en madera, en barro, en loza vidriada en azul y verde imitando los colores metálicos de algunas especies de escarabajos, en oro, plata y bronce. 


Su emblema se grababa en monumentos o se pintaba en los sarcófagos tanto con las alas recogidas como extendidas. Se ofrecían como prendas de buena voluntad y amuletos de la buena suerte. En muchos de ellos se realizaban inscripciones o se grababan jeroglíficos. 



Tuvo mucha importancia en las ceremonias funerarias. Cuando los egipcios procedían a momificar un cuerpo colocaban en el lugar que habían estado las vísceras, y concretamente el corazón, una imagen o símbolo del escarabajo para proteger sus espíritus. 


Pensaban que las almas de los muertos eran supuestamente acosadas por innumerables peligros y esto facilitaría el tránsito en el "más allá". También se han encontrado en el pecho, muñecas y en los dedos de los cadáveres o simplemente en el puño cerrado de la mano. 



El escarabajo fascinaba  a los egipcios que no comprendían su modo de reproducción. Lo designarán como el que viene a la existencia por sí mismo, le atribuirán el poder del dios primordial y lo asimilarán al sol poderoso. 


El nombre del escarabajo, kheper, es un homónimo del verbo "venir a la existencia". La forma estilizada por el animal se confundirá con la del corazón, el asiento del pensamiento. En el espíritu de los egipcios. 
Tomarán en serio esta relación en el capítulo XXX del Libro de los muertos. Este capítulo pedía no testimoniar contra el difunto. 


El color negro del escarabajo también era el de la tierra fértil, el que hacía brotar la vida. Para los egipcios el color blanco estaba vinculado a la muerte. 











Dado que llegaron a ser considerados símbolo de la fertilidad,( según Clarke), las mujeres egipcias comían estos insectos en la creencia de que la práctica beneficiaba tal propósito. Era tanto el poder que se les atribuía que muchos escarabajos fueron momificados, y se emplearon algunas partes de sus cuerpos para la fabricación de ungüentos medicinales. Estos remedios se consideraban eficaces para combatir la rigidez de las articulaciones y facilitar los partos. 

Algunos eran utilizados meramente como adorno, como colgante, pendientes o sortijas. A veces se grababa en ellos el nombre de su dueño, o unos signos jeroglíficos que solo comprendía quien los poseía, con lo cual se convirtieron en vehículo de transmisión de un lenguaje secreto y mágico. En otros aparece la frase “Durable para siempre es la renovación de Ra”. Con el paso de los años el diseño se fue haciendo más elaborado, hasta el punto de reproducir las patas, en ocasiones plegadas bajo el vientre. A veces el escarabajo aparece en una barca, sujetando el sol entre sus antenas. 

Aunque generalmente eran pequeños y llevaban un agujero para permitir ensartarlos en un collar, en ocasiones los faraones los utilizaban para conmemorar algún hecho histórico, y en estos casos eran de un tamaño apreciable. Iban acompañados de detalladas inscripciones que dejaban constancia del acontecimiento, fuera un matrimonio, una coronación, una cacería o cualquier otra gran celebración. Este tipo de escarabajos eran luego distribuidos entre personajes destacados o monarcas de otros países, como un modo de informar y dejar perenne constancia. Entre los de gran tamaño, cabe mencionar el escarabajo de granito que Amenofis III erigió en un zócalo, en el lago de Karnak. 




No hay comentarios:

Publicar un comentario