El carro solar de Trundholm (también conocido como Solvognen) es una de
las piezas más interesantes de la Edad de Bronce tanto por su valor
artístico como por el profundo conocimiento astronómico que encierra la
pieza y que muestra la cultura de una sociedad mucho más avanzada de lo
que a menudo se cree.
Esta singular obra fue hallada a principios del siglo XX, en 1902,
sumergida en la laguna de una marisma de Dinamarca. La pequeña escultura
(cuenta con 54 cm de ancho, 35 cm de alto y 29 cm de profundidad) representa a una yegua tirando de un carro de seis ruedas sobre el que se puede observar un curioso círculo solar
de 25 cm de diámetro. La obra fue realizada en bronce y recubierta por
una fina capa de oro que tan solo se conserva parcialmente.
El famoso carro de Trundholm se puede datar en torno al año 3400 a.C.
y tradicionalmente se ha considerado que su finalidad debió ser una
especie de maqueta que representaba un carro ceremonial mayor. Quizás lo
más destacado de esta pieza sea su sutil técnica realizada a través de la cera perdida en hueco;
la capa de bronce es realmente fina sin perder por ello un ápice de
naturalismo y sin escatimar en los detalles de la decoración.
El caballo ha sido modelado en formas bastante primitivas y en él se
aprecia cierta simetría, los ojos se han dispuesto de manera frontal,
con las orejas levantadas y las patas traseras ligeramente más grandes
que las delanteras. Aparece dispuesto sobre unos railes que se sustentan
por cuatro ruedas y del que arranca un eje que tiraría de otras dos
ruedas sobre las que aparece el famoso circulo solar. Este ha sido
decorado con motivos geométricos circulares y concéntricos.
Estudios recientes barajan la posibilidad de que este tipo de
esculturas no fueran votivas como se pensó en un principio, sino que
representaran la progresión solar a lo largo del día o de las
estaciones. De hecho estos estudios plantean que las decoraciones
circulares del disco de Trundholm podría representar la transición que
realiza el sol a lo largo del día en su viaje desde el Este hasta el
Oeste. La cara opuesta (que no está dorada) podría representar el curso
del sol a lo largo de la noche.
Otras hipótesis defienden que en realidad, las representaciones del círculo solar sean una especie de calendario.
En la parte que no está dorada se aprecian, partiendo desde el centro,
ocho círculos que representarían cada uno de los días de la semana y
posteriormente, en dos circunferencias mayores veinticinco círculos más
pequeños que harían referencia a las semanas del año. La zona dorada
cuenta con un total de cincuenta y dos círculos que igualmente
representan las semanas del año.
Sea como fuere, la pieza demuestra un concienzudo estudio astronómico
que está relacionado con las divinidades celestes de esta cultura. En
la actualidad la obra se encuentra en el Museo Arqueológico Nacional de
Dinamarca que se encuentra en Copenhague.
http://es.slideshare.net/CALIXTINA/el-arte-de-la-prehistoria-y-de-la-edad-de-los-metales-11723797
No hay comentarios:
Publicar un comentario