miércoles, 4 de diciembre de 2019

JEAN-BAPTISTE CAMILLE COROT... EL PAISAJISMO FRANCÉS DEL SIGLO XIX

Figura central en la evolución de la pintura de paisaje francés del siglo XIX, Jean-Baptiste-Camille Corot nació en el seno de una familia de comerciantes y en su juventud se inició en el oficio de pañero. Sólo a partir de 1822 recibió el permiso paterno y el apoyo financiero familiar para comenzar su carrera de pintor. Ingresó en el taller de Achille-Etna Michallon, que le instruyó en la doctrina neoclásica y le aconsejó que comenzase a pintar al aire libre. Pocos meses después, tras la muerte de su primer maestro, continuó su formación junto a Jean-Victor Bertin
En. 1825 Corot viajó a Roma, donde pasó los tres años siguientes. Entró en contacto con el círculo de Théodore Carnelle d’Aligny y, junto a sus integrantes, visitó la ciudad y sus alrededores pintando al aire libre. Corot volvería a viajar a Italia en dos ocasiones (en 1834 y en 1843), y una vez en Francia realizó numerosas excursiones durante los veranos para pintar del natural. Los inviernos se dedicaría a trabajar en su taller y realizar obras de mayor tamaño, destinadas a ser expuestas en el Salon. Además de su dedicación al género del paisaje, Corot también se interesó por la figura humana, por lo que parte de su obra privada se centró en realizar retratos de amigos y familiares
A partir de la década de 1830 su obra alcanzó un mayor reconocimiento y recibió un impulso definitivo en 1840 cuando Le Petit Berger (La Cour d’Or, Musées de Metz) fue adquirida por el Estado. En 1846 Baudelaire y Champfleury hicieron alabanzas de su arte y muchos coleccionistas y galeristas, entre ellos Paul Durand-Ruel, comenzaron a interesarse por su obra. En torno a 1850, su pintura comenzó a centrarse en sus propias impresiones de la naturaleza y sus paisajes poéticos, a medio camino entre lo real y lo ideal, despertaron un gran interés. Ello provocó que Corot comenzase a repetir sus temas y que se propagasen las imitaciones de su obra
Tras. unos años, entre 1866-1870, en los que el pintor se vio obligado a permanecer en su estudio por motivos de salud, su ímpetu creador volvió a surgir con fuerza y realizó gran número de viajes para pintar al aire libre. Murió en 1875.
Jean-Baptiste Camille Corot  se formó con pintores de paisaje histórico, Michallon y Bertin, que lo animaron a pintar al aire libre. Pasó en Italia tres años, entre 1825 y 1828. Fuertemente influido por el paisaje italiano realiza vistas de las calles de Roma y de las orillas del Tíber (“El Coliseo”, París, Louvre) o con efectos de luz que crean una atmósfera poética como en “El Puente de Narni” de 1827. De regreso a Francia trabaja en Barbizon, conservando siempre esta luz pálida y plateada que viene de Italia. Ejecuta infinitas variaciones de follajes impalpables en escenas de bosques donde deambulan pequeños personajes mitológicos como en “Homero y los pastores” de 1845, o “La danza de las ninfas” de 1860 que obtendrá un éxito sin precedentes, anunciando su paso del paisaje histórico al paisaje lírico.
El puente de Narni, Salon 1827, Camille Corot
El puente de Narni, Salón de 1827,  (Ottawa, Museo de Bellas Artes del Canadá). Durante su estancia en Roma, Corot había realizado dos vistas del puente de Augusto en Narni, la otra versión se encuentra en el Louvre. En esta escena se puede apreciar la “revolución” que el pintor opera en la pintura de paisaje. Compuesta como un decorado, con elementos destinados a marcar el relieve del primer plano y algunos figurantes vestidos de época.
La catedral de Chartres, 1830, Camille Corot
La catedral de Chartres, 1830,  (París, Museo del Louvre). El cielo cubierto de nubes recuerda los paisajes de Constable. La imagen de la catedral que simboliza la creatividad del hombre y su relación con la naturaleza representada por los árboles, son elementos recurrentes en las obras de los pintores románticos. La parte inferior con personajes entre los bloques de mármol, es una alusión a los paisajistas romanos de los siglos XVII y XVIII que Corot había estudiado durante su primer viaje a Roma.
Al final de su vida artística, en su taller, Corot hace posar a modelos para cuadros que están a medio camino entre el retrato y una escena de interior. Estos retratos corresponden a la tradición de las figuras de fantasía, representada por Fragonard en el siglo precedente, o a retratos de amigos o familiares, a veces sobre un fondo de paisaje muy elaborado como en el retrato de Claire Sennegon de 1838, en el Louvre.

Le Petit Berger-(1855)

La danza de las Ninfas-1850 (Museo de Orsay-Paris)
A mediados del siglo XIX, los pintores de Barbizon, a los cuales se acerca Corot, ya no consideran necesario referirse a temas antiguos para justificar su interés por la naturaleza. En el cuadro Una matiné. La danza de las ninfas, la cortina de árboles que aísla a los personajes del fondo sirve de cortina de teatro y evoca un ballet de ópera, ambigüedad en la que participa el título: el término "matinée" francés significa mañana y puede aludir a los espectáculos matinales, por oposición a las representaciones "nocturnas". El tratamiento aterciopelado y coposo del follaje, tan propio de Corot, es un testimonio del desplazamiento del interés del artista de la escena a los elementos naturales, a la atmósfera del paisaje, a los matices de la luz y a sus suaves vibraciones. No obstante, la marca de la tradición clásica sigue presente en Corot tanto por los temas mitológicos como por la nítida distinción entre estudio "al natural" y el cuadro terminado de taller. El paisaje puede ocupar un lugar importante, sin embargo sigue siendo el marco de una escena imaginaria: una bacanal. Pero el heroísmo lírico ya no es un valor dominante en la sociedad burguesa del siglo XIX y las diosas no animan sino el teatro de la naturaleza. De hecho, el cuadro resultaría del "collage" de dos recuerdos distintos: por una parte el de los jardines de la Villa Farnèse en Roma y, por otra, el de un ballet de la Ópera, de ahí la ambigüedad del título.

Venecia "La Piazzeta" 1834 -Museo de Louvre (Paris)

Vista de Génova-1834 ( Art Institute. Chicago)

El Muelle de los Pastos en Ginebra (1842)
(Musée d'Art et d'Histoire. Genève)





Villa de Avray"El Estanque y la Casa Cabassud" (1840)

(Museo de Louvre,Paris)
Mujer vestida de azul, 1874, Camille Corot, París, museo de Louvre
Mujer vestida de azul, 1874,  (París, museo de Louvre)




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