Max Liebermann - “El almacén de lino en Laren” (1887)Alte Nationalgalerie, Berlín)
Este cuadro es pura armonía visual. Unas mujeres holandesas están de pie, hilando lino, perfectamente colocadas en filas paralelas, siguiendo la dirección de las vigas del techo. Estas líneas se cruzan con las tablas del suelo, formando una retícula perfecta, que tiene su eco en los vidrios de las ventanas. Sentados ante unas ruecas, una serie de niños y niñas se encargan de enrollar el lino en husos. Todos trabajando al mismo ritmo, perfectamente compenetrados. Imposible no pensar en el coro de las hilanderas de “El holandés errante de Wagner
Las tonalidades frías de la escena, iluminada por la luz grisacea que entra por las ventanas, son totalmente diferentes de los colores cálidos de “La fundición” de Adolph Menzel . La obra de Menzel era ensordecedora, en esta predomina el silencio. Sin embargo, el mensaje de fondo es el mismo: dignificar la labor de las personas sobre las que se sustenta el bienestar de un país, esos trabajadores anónimos que se desloman de sol a sol, sin rechistar, para que otros puedan vivir cómodamente.
be
ResponderEliminar