lunes, 6 de marzo de 2017

FRANCISCO BAYEU Y EL PASEO DE LAS DELICIAS



En este paseo popular, que unía el río Manzanares con la puerta de Atocha, se entremezclan los nobles y sus damas, en actitudes refinadas propias de la etiqueta cortesana, con majos como los sentados relajadamente a la derecha.

Se trata de un boceto preparatorio y de presentación al rey, para un tapiz destinado al cuarto de los príncipes de Asturias, en el Palacio de El Pardo, que pintó su hermano Ramón Bayeu. Una obra espontánea que presenta escenas de la vida en Madrid, donde Bayeu consiguió una rápida y animada vista de una de las zonas de paseo más populares del Madrid de fines del siglo XVIII, que continuaba por su parte norte con el Paseo del Prado y el Jardín Botánico 
El Paseo de las Delicias era uno de los lugares más frecuentados de Madrid. Trazado como la continuación del Salón del Prado (zona de paseo visitada por la nobleza), bajaba desde la Puerta de Atocha hasta la orilla del río Manzanares, destacando su arboleda. Allí se reunían majos, majas, chisperos, manolas, damas y caballeros de la burguesía, militares, siendo más popular que el del Prado. En este pequeño boceto, Francisco Bayeu ha querido transmitir la gracia y el ambiente de este paseo, presentándonos a todos sus personajes con indiscutible acierto, especialmente el grupo central donde unos caballeros saludan a una dama acompañada por el ama y un niño vestido como un hombrecito. El dibujo y el colorido son muy acertados, destacando la pincelada rápida al tratarse de un boceto preparatorio de un cartón para tapiz. Debido a la enfermedad que sufrió Francisco en 1786 de la que se recuperaría posteriormente, fue su hermano Ramón quien concluyó el cartón.
(Texto extractado de Mena Marqués, M.: Goya y la pintura española del siglo XVIII. Guía, Museo Nacional del Prado, 2000, pp. 107-108).

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