sábado, 1 de febrero de 2020

MONASTERIO DEL ESCORIAL... SU LEYENDA Y FELIPE II

 

Su ubicación pudo estar influida por la leyenda local sobre una mina cuyas galerías llegaban hasta las mismísimas puertas del infierno. Con toda seguridad, el Monarca conocía el mito cuando levantó allí su particular Templo.

 

Felipe II construyó el Real Monasterio de El Escorial con dos finalidades muy concretas: conmemorar la victoria en la batalla de San Quintín frente a los franceses y crear un monumento funerario a la altura de la dinastía de los Habsburgo. No en vano, el Real Monasterio de El Escorial es, sobre todo, el sueño de juventud de un Monarca aficionado a la arquitectura y a la teología en todos sus aspectos.
¿Pero por qué eligió Felipe II la sierra madrileña para construir su gran proyecto? Además de por un tema climatológico (la zona es fresca en verano) y por la cercanía de los materiales necesarios para la obra, han apuntado algunos historiadores una posible causa de índole esotérica. Según una leyenda medieval, Lucifer vivió en una cueva situada a los pies del Monte Abantos (Sierra de Guadarrama), justo los días entre la expulsión de las cortes celestiales y su destierro al infierno. En esos días, el ángel rebelde comenzó su andadura por toda la tierra donde creó siete puertas para acceder a las tinieblas. Una de ellas estaría en San Lorenzo de El Escorial.
Un fuerte viento, casi huracanado, recibió a los expertos del Rey
Al parecer Felipe II no era ajeno a esta leyenda. Siguiendo el relato del cronista oficial del edificio, el padre Jerónimo fray José de Sigüenza, el Rey convocó a una comisión de expertos para decidir el lugar más propicio para la construcción. En este grupo de sabios había «filósofos, arquitectos, canteros experimentados y teólogos», quienes advirtieron al Monarca de las leyendas sobre la supuesta presencia del Diablo en la zona. No en vano, el secretario real Pedro del Hoyo (principal responsable del interés de Felipe II por la alquimia y otras ciencias de dudosa base) se desplazó al lugar para la decisión definitiva el 14 de noviembre de 1561. Según la crónica del padre Sigüenza, el grupo de expertos fue asaltado por un fuerte viento, casi huracanado, que «no les dejaba llegar hasta el sitio, y arrancó las bardas de la pared de una viñuela que fueron directos hacia sus rostros». Un fenómeno que, interpretaba el fraile, era una respuesta de origen demoniaco con la intención de persuadir al Rey de que situara allí una estructura religiosa.
Sin embargo, no existe documentación por parte de Felipe II (siempre pródigo en cartas escritas de su puño y letra) donde se recoja su inquietud por los fenómenos descritos por Sigüenza. Así y todo, el Rey comenzó la construcción del palacio-monasterio en 1562 y encomendó las tierras a los monjes jerónimos. Tradicionalmente, la Monarquía hispánica había estado muy vinculada a esta Orden religiosa. Y, aunque el Monarca se había trasladado a vivir al edificio muchos años antes, hasta 1586 no se concluyó definitivamente la Real Basílica, poniendo punto y final a la obra.
Un perro negro acecha por el templo
Durante las obras, que se alargaron cerca de 21 años, se extendió entre los peones la leyenda de que un misterioso perro negro acechaba por las noches obstaculizando las obras. Y si hacemos caso a esta historia entre el mito y la realidad, el perro fue finalmente capturado y se ordenó que se le ahorcase en una de las torres del monasterio, donde permaneció meses.





Sobre los planos y la simbología oculta del Monasterio de El Escorial mucho han hablado los historiadores. Felipe II ordenó construir una estructura típicamente renacentista, según los criterios racionalistas de la época, pero basado en el mítico Templo de Salomón. Varios arquitectos contemporáneos han coincidido en dictaminar que el Templo de Salomón (tal y como ha sido representado tradicionalmente) y el Real Monasterio de El Escorial guardan muchas similitudes
Así, el hispanista René Taylor llegó a afirmar que el edificio tiene una geometría oculta sustentada por el cuadrado, el círculo y el triángulo. En los textos bíblicos, no obstante, se asegura que los planos del Templo de Salomón están diseñados directamente por Dios. La idea de sellar una puerta del Diablo con un templo diseñado por Dios pudo sonar tentadora en la grandilocuente mente de Felipe II, quien plagó el templo de referencias al Rey Salomón y al Rey David, empezando por las dos enormes estatuas dedicadas a estos personajes bíblicos en la fachada principal de la basílica. 


Una vez relatada su história mítica,pasemos a su historia artistica,que tanta belleza acumula...
A partir del reinado de Felipe II y sobre todo con la corriente de austeridad católica que impregna la sociedad española de la Contrarreforma.Cuyo ejemplo más destacado, sin duda, de este periodo es el Monasterio del Escorial (1562-1584) donde se reúnen en un mismo espacio: monasterio, iglesia, palacio y panteón real.


 
El Monasterio de El Escorial fue fundado por Felipe II en conmemoración de la victoria en la batalla de San Quintín contra las tropas francesas.
Tal batalla tuvo lugar el 10 de agosto, festividad de San Lorenzo, mártir cristiano que murió en una parrilla, por lo que se decidió que la planta del edificio tuviera esta forma.
Se trata de un edificio derivado de fuentes italianas, pero de gran sobriedad y desornamentación, lo que unido a su colosal tamaño y el color gris del granito de su fábrica, le confiere una solemnidad aplastante.
Juan Bautista de Toledo inicia las obras en 1562. A él se deben la planta general del edificio, la fachada meridional y el patio de los Evangelistas. Le sucedió como arquitecto general principal el italiano Giovanni Battista Castello "el Bergamasco", que construyó la gran escalera a la imperial del interior, la primera de este tipo en Europa.


                  Juan de Herrera, el estilo herreriano

Juan de Herrera, auxiliado por Antonio de Villacastín dirigió la obra desde 1572 hasta el final (1584), y le imprimió su sello característico. Los trabajos de ornamentación, sin embargo no terminaron hasta comienzos del siglo XVII.
Herrera, estudioso de las teorías del romano Vitrubio, es una de las grandes figuras de la arquitectura española de todos los tiempos e influyó decisivamente en la arquitectura española del último cuarto de siglo. Otras obras de Herrera, al margen del Escorial, serán la Lonja de Sevilla y la catedral de Valladolid.
La arquitectura herreriana se basaba en el protagonismo de la pureza de la línea frente a los elementos decorativos
No fue azarosa, por tanto, la inmensidad de los muros del edificio, casi desnudos y sólo interrumpidos por hileras de ventanas. Los torreones de las esquinas añaden un sentido militar a la construcción. Estas torres se rematan en chapiteles a cuatro aguas, con pizarra negra, que repiten el contraste cromático con la piedra. La decoración arquitectónica se basa en columnas jónicas y dóricas y frontones triangulares, además de pináculos con bolas.



El palacio es de planta rectangular. En el interior destacan el Salón de los Borbones, con techos pompeyanos y tapices españoles...










                               DISTINTOS ANGULOS DEL SALON DE LOS BORBONES

 La Sala de las Batallas,con pinturas...


















El Palacio de los Austrias, del s. XVI.







La fachada principal presenta tres portadas monumentales, y sobre la puerta hay una estatua de San Lorenzo realizada por Juan Bautista Monegro, la parrilla del santo y el escudo de armas de los Habsburgo.







Iglesia del Monasterio


                                                        PATIO DE LOS REYES

 Se accede a la Basílica a través del sobrecogedor Patio de Reyes. Se llama a sí por las seis enormes estatuas que decoran la fachada. Representan a los reyes de Judea. Las esculpió Monegro y Sebastián Fernández creó los cetros y las coronas con bronce dorado. 




La grandiosa basílica ocupa el centro del edificio. Tiene planta de cruz griega, con gran cúpula en el crucero. Su retablo es una obra maestra de Juan de Herrera, quien realizó los planos.
Las bóvedas están pintadas al fresco por Lucas Jordán y Lucas Cambiaso.



De especial atracción turística es el el Panteón de los Reyes, ubicado debajo de la capilla mayor. Es obra del s. XVII por Crescenzi y es de planta octogonal. 


Las obras comenzaron bajo el reinado de Felipe III bajo la dirección de Juan Gómez de Mora.

Otras dependencias
Dos siglos más tarde, en el siglo XVIII, durante el reinado de Carlos III se añadieron al conjunto dos pequeñas construcciones de recreo llamadas "Casitas".





Además el Monasterio de San Lorenzo de El Escorial tiene un convento, una biblioteca decorada por pinturas murales y el Museo donde se reunieron las más importantes obras de arte que se conservaban en el monasterio y que incluyen numerosos cuadros de distintas épocas y estilos, que van desde pinturas flamencas de los siglos XV y XVI hasta la Escuela Española del XVII. Algunos de los más importantes cuadros expuestos son de Miguel Coxcie, Tiziano, José Ribera, entre otros.



                               LA VISION DEL MUNDO DEL REY FELIPE II

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