martes, 3 de diciembre de 2019

LA CATEDRAL DE SANTA SOFIA EN KIEV Y EL ARTE BIZANTINO


Para poder ver esta Obra de Arte debemos de acudir a las frías tierras de Ucrania, una república independizada de la extinta URSS en el año 1991. Más concretamente, nos dirigimos a su capital Kiev para conocer uno de los edificios religiosos más importantes de este país, la catedral de Santa Sofía.
Basta con que nos situemos frente a este imponente edificio para que nos demos cuenta de su majestuosidad y del hecho de que nos encontramos ante un elemento arquitectónico con pocos rivales a su altura. Se trata de uno de los principales símbolos de la ciudad de Kiev, sobre todo para el sector turístico, que tiene el honor de ser el primer edificio ucraniano incluido en la lista del patrimonio mundial que elabora la Unesco.
Esta catedral fue proyectada con un objetivo concreto; se trataba de rivalizar con la magnificencia de la iglesia de Santa Sofía de Constantinopla, por lo que se iniciaron las obras para su edificación en los primeros años del siglo XI, no estando demasiado claro cuál fue el año exacto en que tuvo lugar. Lo que sí es un hecho probado son los más de dos siglos que tuvieron que transcurrir hasta que estuviese definitivamente terminada.
Considerado uno de los edificios más relevantes para la cultura del cristianismo oriental en el siglo XI, es una iglesia de cruz griega con marcada influencia de los modelos bizantinos. La catedral de Santa Sofía refleja una perfecta fusión de los elementos arquitectónicos y el simbolismo religioso. Dividida en cinco naves por doce columnas, nos muestra una gran cúpula dorada en el centro, que representa a Cristo, y otras doce más pequeñas, que simbolizan a los apóstoles.
La iglesia está rodeada por un conjunto de edificios monásticos de piedra, aunque originalmente se fabricaron en madera, por lo que fueron devastados por el incendio que tuvo lugar en el año 1697 y debieron ser reconstruidos.
Algunos de los elementos que debemos tener en cuenta durante nuestra visita son la torre campanario, los alrededores del complejo que están repletos de grutas y monumentos, o algunas de las cuevas convertidas en catacumbas donde reposan los restos de monjes e ilustres personajes de épocas pasadas.
Otra condecoración recibida por el conjunto catedralicio le convierte en una de las Siete Maravillas de Ucrania. Actualmente, su uso está claramente enfocado al turismo, al haberse convertido en el Museo del Cristianismo de Ucrania.






                                                                        Iconostario






La Catedral de Santa Sofía (Sofiiskiy Sobor) construida en el siglo XI hasta nuestros días conserva su belleza única y es declarada uno de los singulares monumentos de historia, arquitectura y pintura monumental. Fue justamente ese templo que entró antes de otros lugares de interés de Ucrania en la lista del Patrimonio Mundial de Unesco.
La Catedral de Santa Sofía fue fundada en 1037 por mandato del príncipe de Rus de Kiev, Yaroslav I el Sabio, en el sitio donde los ciudadanos de Kiev vencieron a los pechenegos. El templo construido y nombrado en honor de la Santa Sofía de Constantinopla representaba el edificio más grande de la capital. Su elevación significaba para Yaroslav I el Sabio la confirmación del poder de Rus de Kiev.
La catedral de Santa Sofía fue no sólo el templo principal del estado sino desempeñaba el papel de un relevante centro social, político, cultural y educativo. Aquí tenían lugar las ceremonias solemnes de acceso al trono, los encuentros oficiales con embajadores extranjeros, firmaron los acuerdos internacionales. Los terrenos de la catedral albergaban la primera escuela creada en el Rus y funcionaba la primera biblioteca fundada por Yaroslav I el Sabio.
A pesar de que la catedral fue construida según prescriben las reglas de la arquitectura bizantina, no hay nada similar en el mundo entero. Durante su larga historia, el templo sobrevivía las destrucciones e invasiones. Pero el daño más considerable fue causado por los tártaros de Mongolia que en 1240 invadieron y apoderaron de la ciudad de Kyiv. Después la catedral estaba en el estado deplorable, aunque funcionaba. Sólo en la frontera de los siglos XVII y XVIII, el edificio de la Santa Sofía fue restaurado y reconstruido según barroco, el estilo muy de moda en aquel entonces. Además, la catedral obtuvo el campanario de 76 metros de altura que posee la campana de 13 toneladas, la más pesada de Ucrania.
Pero si el exterior de la catedral alteró considerablemente durante diez siglos, el interior conservó su autenticidad y hoy en día representa el valor principal del templo. Dentro de la iglesia hay muchos mosaicos creados en el siglo XI por los maestros bizantinos que las dotaron de la hermosura excepcional. El más famoso es el de Madre de Dios Oranta cuya altura alcanza seis metros. Ella está compuesta de piezas de piedra y de cristal que son de 177 matices. Santa Sofía guardó muchas de sus frescos que adornan sus galerías. Excepto los sujetos religiosos, aquí se puede admirarse de los laicos como las imágenes de Yaroslav I el Sabio y los miembros de su familia, las escenas de la vida palaciega de los emperadores bizantinos, etc.
La catedral de Santa Sofía sirvió de lugar de enterramiento de los príncipes de Kyiv. Pero actualmente aquí yacen sólo los restos de Yaroslav I el Sabio y su mujer. Su sarcófago tallado está dentro de la catedral.
Actualmente, el complejo arquitectónico que consiste de la catedral, la casa de arzobispo, el campanario, el colegio, las celdas es declarado el museo-vedado nacional.

                                                Mosaico de la Cúpila central Arcángel



                                                          Cúpula central con el Cristo Patocrátor






ANÁLISIS:
En este momento de la Segunda Edad de Oro del arte bizantino, los influjos de la arquitectura bizantina se extienden a la zona rusa de Armenia. A partir del siglo X, estos edificios de carácter fuertemente bizantino, y alejados de presupuestos estilísticos occidentales, estarán presentes en Bulgaria, Servia, Rusia, Rumanía, República Veneciana, Sur de Italia y Sicilia. Santa Sofía de Kiev, tiene planta basilical de cinco naves que rematan en ábsides. Un deambulatorio envuelve al templo, con el fin de favorecer la circulación interna. Tradicionalmente, se ha venido afirmando que fue proyectada para competir con Santa Sofía de Constantinopla; queriendo simbolizar esta catedral de Kiev la “nueva Constantinopla”; es decir la capital del Principado cristiano de Kiev, creado en el siglo XI, tras la evangelización de la región por el bautismo del rey Vladimir , en el año 988. Sus cúpulas no se ciñen a un modelo exclusivamente bizantino, ni tampoco a un edificio concreto de Oriente o de Occidente; de ahí que los críticos de arte rusa acostumbren a hacer hincapié en la nueva personalidad artística de esta arquitectura. Característica que igualmente habrá de tener Santa Sofía de Novgorod, realizada en madera, con el mismo número de cúpulas y construida pocos años después que esta de Kiev. En síntesis, puede decirse que Santa Sofía de Kiev se convertirá en modelo a seguir por edificios posteriores, por el arte ortodoxo ruso.







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