La danza será uno de los temas favoritos de Degas. Esta obra se
considera la primera en la que hace referencia a esta temática, aunque
más bien da la impresión de situarnos dentro del retrato que en las
escenas que la harán tan famoso como Clase de danza o Ensayo.
Recoge un momento de la representación del ballet La Source de Ludwig
Minkus, concretamente el primer acto cuando la protagonista - Nouredda -
ha acabado su frenética danza y escucha a una de sus doncellas tocar el
laúd, mientras refresca sus pies en las aguas del estanque. Este ballet
tenía muchos efectos visuales, desde un estanque artificial hasta
caballos, pasando por una fuente, en un intento de otorgar un enorme
realismo a la representación. La dama que interpretaba a Nouredda era
Eugénie Fiocre, quien a sus 22 años obtuvo un importante éxito de
crítica por su actuación, especialmente de Théophile Gautier. Se
retiraría de los escenarios a los 30 años, cuando se aseguró un buen
número de amantes que le proporcionaron estabilidad a su futuro,
convirtiéndose así en un ejemplo a seguir para las jóvenes bailarinas
que se iniciaban en la carrera. Aquí vemos a Mlle. Fiocre vestida de
azul, escuchando plácidamente la música del laúd de su doncella. Junto a
ellas un caballo bebe agua del estanque y otra de las doncellas parece
lavar un paño de color blanco. Al desarrollarse la escena junto a un
estanque, las figuras se reflejan perfectamente en las aguas,
obteniéndose una excelente sensación paisajística al estilo de Courbet. El maestro que más influye en esta escena es el inglés James M. Whistler,
cuyas Sinfonías en blanco estaban causando auténtico furor entre los
pintores jóvenes. También se aprecia cierta influencia de los
Prerrafaelitas, grupo de pintores ingleses que tomaba como punto de
partida la pintura italiana del Quattrocento,
una de las más atractivas para Degas. La composición se organiza a
través de una diagonal en la que se insertan las diferentes figuras.
Como buen retratista, Degas se preocupa por mostrar los rostros de las
mujeres, obteniendo un excelente retrato de Eugénie Fiocre, de la que
realizó algunos dibujos en los ensayos. El colorido es relativamente
apagado, destacando las tonalidades claras del azul del vestido junto al
blanco de las transparencias del velo. Los sienas, rojos y grises
completan la imagen. La factura empleada es muy atractiva, conjugando la
pincelada suelta con buenas dosis de dibujo en una obra atrayente, en
especial por el reflejo de las figuras en el agua.
http://www.artehistoria.com/v2/obras/1606.htm
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