viernes, 18 de octubre de 2019

EGIPTO Y LA PINTURA


La Egiptología surge como ciencia en el siglo XVIII, pero será el siglo XX el que revalorice todo lo egipcio por su gran modernidad a pesar de su antigüedad, ya que su linealidad y sencillez tienen gran aceptación en el arte de este siglo.
Egipto fue uno de los primeros pueblos que entró en la historia, ya que su escritura es una de las más antiguas ya descifrada. La traducción de la escritura jeroglífica egipcia se pudo realizar gracias al descubrimiento de la Piedra Roseta en la zona del Bajo Egipto por Champollion en 1799 (considerado como el primer egiptólogo. Se trata de un bloque de basalto negro de 1,14 mts. de altura por 0,72 mts. De ancho. Se trata de un decreto del siglo II a. Cto. En tres versiones: jeroglífica arriba, demótica en el centro (que es la lengua popular derivada del jeroglífico ) y griega abajo. Tras la caída de Napoleón los británicos la trasladaron al British Museum.



Egipto se convirtió pronto en un pueblo agrícola, a la vez que urbano, desarrollando formas políticas propias, siendo estas formas políticas características las que favorecen la aparición del arte. El Arte Egipcio es la manifestación de un poder autoritario que une en la figura del Faraón aspectos políticos y religiosos. Para ello tuvo mucha importancia el nacimiento de los Imperios Agrarios, que contribuyen al nacimiento de un mundo diferente basado en el nacimiento de pueblos, ciudades, regiones y estados cuya base social está fuertemente estratificada: hay un jefe político, un jefe religioso, una aristocracia unida a ellos. A partir de ese momento surgirán las manifestaciones artísticas.
Geográficamente, la cultura egipcia se aglutina en la Cuenca del Nilo, que es la zona más rica y fértil de Egipto. El sur del país es llamado Alto Egipto, la cuenca alta del río, zona principalmente agrícola; y la zona norte, en la que está la desembocadura del río, se denomina Bajo Egipto, que tendrá una gran influencia del resto de las culturas Mediterráneas y Asiáticas.
La población egipcia es de rasgos negroides, la llamada población Camita, y así serán también los propios faraones, aunque su piel fue diferenciándose dado que solían contraer sus primeros matrimonios, aquellos que más importancia tenían y de los que surgía el heredero, con mujeres de origen asiático, de la zona de Mesopotamia. El faraón tiene en sus manos todos los poderes del reino, el político, religioso, militar, jurídico, administrativo, económico, etc. con lo que deducimos que se da una fuerte centralización estatal.
La sociedad está muy estratificada socialmente, siendo los sacerdotes y aristócratas los que más poder tienen sobre el Faraón. Un segundo plano lo ocupan los letrados, escribas, arquitectos, etc. y por último el pueblo. Como clase aparte y sin consideración están los esclavos.
Egipto se encontraba dividido en una serie de cantones, hasta que lentamente se consolida la unidad iniciándose las dinastías egipcias bajo el poder de una monarquía centralizada.
Al igual que en la mayoría de las civilizaciones antiguas, hay una gran relación entre poder monárquico y religioso, ya que reconoce que todo poder humano debe aceptar un poder divino encarnado en la figura del faraón. El Faraón es a su vez un dios, identificado con Ra, el dios del sol, cuyo nombre deriva en diferentes formas como Amón y Atón. Para ello se crean una serie de atributos propios de los dioses y que adornarán al Faraón, que a su vez lleva atributos políticos, se trata de las Tiaras ó Mitras.

Mitra Blanca: símbolo del poder sobre el Alto Egipto (Sur de Egipto).

Mitra Roja: Símbolo de poder sobre el Bajo Egipto (Norte de Egipto).

La Serpiente: Situada en las mitras, símbolo de la divinidad.
El Faraón, como unificador de poderes, lleva una mitra que une la del Alto y Bajo Egipto, decorada con la serpiente. Esta mitra suele adornar también algunas figuras de dioses.










La religión está íntimamente unida a la vida diaria del hombre egipcio, así como a la política. El egipcio cree en la vida después de la muerte, aunque en las épocas más antiguas de la civilización egipcia, la vida después de la muerte se limitaba al Faraón. Con el paso del tiempo la vida eterna fue ampliándose a los diferentes estratos sociales. Cada Cantón o Región tenía su dios mayor y dioses menores, lo que hace pensar en una tendencia al monoteísmo.

Pero tras conseguirse la unidad de Egipto, quedará un único dios mayor para todo el país, que será Amón-Ra, dios del sol, también conocido como Atón (disco solar) y que tendrá a su servicio toda una dinastía religiosa con grandes privilegios dentro del estado. A su alrededor se creará una infraestructura económica que influirán en la estructura política.

Otros dioses importantes son:





Horus, identificado con el sol naciente, es representado con un halcón.

Osiris, dios de la inmortalidad y la luz, representado por un hombre.

Isis, esposa de Osiris, madre de Horus, representada por una mujer.



Hathor, esposa de Horus, hija de Ra, representada por una mujer con cuernos o una vaca.





Anubis, símbolo de la vida eterna y la momificación, representado por un chacal.


Set, hermano de Osiris, dios de las tinieblas.

Apis representado por un buey.


Alrededor de la religión egipcia se construyó todo un ritual funerario, para ello se realizaba una imagen que representaba al difunto, Ka, en la que entraba el espíritu del muerto. Esta representación asegura la existencia del fiel después de la muerte, se realiza en el momento de su nacimiento y en ella se graba su nombre así como una oración, se considera así que la propia figura ora a los dioses por la salvación del fiel.


Poco después se llega a la momificación del cuerpo del difunto, que no necesitará ya entrar en otro cuerpo o representación. El proceso de la momificación requiere también de un ritual: se sacan las vísceras del cuerpo del difunto y se reliza una ceremonia de apertura de la boca por la que sale el alma del difunto. Así el interior de las tumbas se convierte en un hogar habitable.
Pero no todo el mundo puede beneficiarse de la momificación, la mayoría de la población de Egipto recurría a levantar una losa a Osiris junto a la tumba y escribían su nombre para no ser olvidados.
El culto a los muertos se lleva a tal punto de realizar ritos diariamente.

"El Libro de los Muertos", será elemento clave en este rito de la vida después de la muerte, ya que era el manual para poder acceder a la vida eterna. En él se indican los pasos a seguir, y el difunto tiene que tenerlo junto a él para poder acceder a la otra vida. La gente del pueblo al morir solía ser lanzada al río Nilo enrollado en el Libro de los Muertos, si alguien quería perjudicar a otro no tenía más que enterrarlo sin él.
El libro relata los ritos que seguirá el difunto tras la muerte, y es una guía para poder seguirlos adecuadamente. Primero se produce el “Juicio de Osiris”, éste dios preside el juicio al difunto rodeado por 40 dioses asesores. Anubis se encarga de pesar el corazón del difunto y ver así si las buenas obras pesan más que las malas, mientras que los monstruos de la muerte esperan para devorar el corazón si resulta condenado.


La pintura egipcia,está muy relacionada con la forma de representar en los relieves. Tiene una finalidad religiosa y ornamental, cubriendo todos los muros de los monumentos. Es a partir de la II Dinastía cuando la pintura adquiere personalidad propia.
La composición se sitúa en franjas o registros, aunque también se puede llenar todo el muro con una representación. Las figuras suelen representarse de perfil, al igual que en el relieve, y con el cuerpo de frente, lo que veremos también el las representaciones del arte mesopotámico. Se trata de cubrir completamente los muros de decoración.



Por lo general se habla de pintura mural, es decir, al fresco, con la preparación previa de la pared en la que se va a trabajar con la pintura. Es lo que se llama "Enfoscado y enlucido", cubriendo el muro con una capa de arena y yeso húmedos para que absorba la pintura, esta capa de enfoscado se alisa o enluce para que la pintura que se aplica a continuación quede uniforme.
Si la pintura se mezcla con agua se denomina “buen fresco”, ya que la pared seca absorbe la pintura.
A veces se utiliza clara de huevo, goma o cola en lugar de agua, que se denomina "fresco seco", que mantiene con mayor firmeza la pintura en el muro.
Es un tipo de pintura lineal, con una línea oscura que bordea todas las figuras, sin buscar volumen en la imagen, así como tampoco busca profundidad, con figuras en diferentes planos, aquí hay un plano único. El color es plano, sin dar tonalidades, y rellenando las líneas de contorno, sin claro-oscuro.


Hay también pintura sobre papiro, sobre todo de temática religiosa, como el "Libro de los Muertos".


La temática puede ser religiosa, sobre todo en el caso de las tumbas con las representaciones de "El Libro de los Muertos", pero también hay escenas cotidianas, de cosecha, de trabajo, pesca, caza, bailes, etc.


“Anubis con una momia”, es uno de los ejemplos de pintura funeraria en la que se puede ver con claridad la linealidad del dibujo. Primero se pinta el contorno y luego se rellena con color. Las zonas vacías de dibujo se completan con escritura jeroglífica.

No se busca la perspectiva, sino que las figuras se superponen.


“Las Plañideras” representan el dolor por la muerte del difunto, los ojos se muestran de frente en contraposición del perfil de la figura. En algunos casos la postura de las plañideras es parecida a las de las estatuas cubo.

Pintura en la que se ve la distinta tonalidad de hombres y mujeres

La población egipcia es de rasgos negroides, la llamada población Camita, y así serán también los propios faraones, aunque su piel fue diferenciándose dado que solían contraer sus primeros matrimonios, aquellos que más importancia tenían y de los que surgía el heredero, con mujeres de origen asiático, de la zona de Mesopotamia. El faraón tiene en sus manos todos los poderes del reino, el político, religioso, militar, jurídico, administrativo, económico, etc. con lo que deducimos que se da una fuerte centralización estatal.


En pintura mural destaca la "Tumba de Nefertari" (s. XIII a. C.), esposa de Ramsés II, que ha llegado a nosotros en muy buen estado. Escenas del "Libro de los Muertos" y el camino a seguir por la reina hasta el más allá. No aparecen ya franjas superpuestas, sino una única escena que llena toda la pared.

Pintura de la tumba de Iti en Gebelein

En el período predinástico (finales del V milenio a.C. – 3200 a.C.) nos encontramos pinturas sobre tela, como ocurre en el tejido de Gebelein.

                                                        Pintura de la tumba de Nefermaat en Meidum

Durante el Reino Antiguo (2686-2181 a.C.) observamos una evolución de la pintura. Por ejemplo en la tumba de Nefermaat en Meidum, se representa una escena de ocas, siendo el primer ejemplo de secuencia completa. Durante el Primer Período Intermedio (2125-2055 a.C.) tenemos representaciones en las tumbas de los nobles de cómo estos realizaban actividades cotidianas o de almacenamiento. En el Reino Medio (2055-1650/1640 a.C.), empezamos a observar en las pinturas a personas extranjeras, que se diferencian de los egipcios por sus ropajes y por su tono de piel. Además empieza a destacar en pintura el hecho de marcar de una manera mucho más evidente la posición social. Durante el Reino Medio, las ofrendas y las fórmulas mágicas que aparecían en los sarcófagos y en muros se acompañaban de figuras de oferentes de manera que el difunto siempre recibiera esas ofrendas en el Más Allá, al menos de manera mágica.

                                              Pintura del periodo de Amarna

Durante el Imperio Nuevo (1550-1069 a.C.) destacamos el período amarniense, pues tras la reforma religiosa de Akhenaton, el arte egipcio también cambió, volviéndose mucho más naturalista y realista de lo que había sido hasta entonces. La decoración de los palacios en esta época es una decoración de pinturas entre las que destacan las escenas de pantanos. Después de período amarniense, los cánones estéticos se recuperan. En el Imperio Nuevo, los nobles se hacen representar en sus tumbas con el mismo estilo que los faraones. A partir del Tercer Período Intermedio (1069-715 a.C.) las pinturas sobre papiro empiezan a ser cada vez más escasas, conservándose algunos fragmentos del Libro de los Muertos.

Fragmento del tejido de Gebelein donde se observa la pintura de un barco

En un recorrido tan escueto por la pintura egipcia, apenas se pueden mostrar unas pequeñas pinceladas de su evolución y de los cientos de ejemplos que tenemos de ella. Para los egipcios, no existía el arte por el arte tal y como lo entendemos hoy en día, sino que este estaba al servicio de la religión, del poder del faraón… y por eso los pintores no eran artistas, sino simples artesanos que realizaban obras que hoy en día admiramos. Además la carga simbólica y mágica que esas pinturas tenían en el mundo egipcio, es algo que a menudo no podemos comprender, en algunas ocasiones preguntas como: por qué pintaban eso,  qué significado tenían en su mundo, pensamiento y cosmogonía, son preguntas  a las que es muy dificil responder y que quizá nunca se pueda hacer, simplemente historiadores, historiadores del arte, egiptólogos y demás especialistas en la materia pueden dar sus hipótesis, pero muchas de ellas quizá nunca puedan demostrarse fehacientemente.



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