domingo, 20 de octubre de 2019

JULIAN DUPRÉ ...EL REALISMO FRANCÉS Y LA "ESCUELA BARBIZAN"


Julien Dupré , pintor francés, nacido en París el 18 de marzo de 1851 y fallecido el 16 de abril de 1910.Es uno de los principales representantes del realismo francés en la pintura del siglo XIX.
Hijo del joyero Jean Dupré y Pauline Bouillie, comenzó su vida adulta como empleado en una tienda de encajes antes de entrar en el negocio de joyería de su familia.
El 2 de enero de 1870 el gobierno de Napoleón III se convirtió en monarquía constitucional. Ocho meses después, Francia declara la guerra a Prusia y se inicia la guerra franco-prusiana. Entre el 9 y el 18 de septiembre, las tropas prusianas rodean la capital francesa. Con el sitio de París, los Dupré se ven obligados a cerrar la tienda y Julien comenzó a asistir a cursos nocturnos en la Escuela de Artes Decorativas. A través de estas clases obtuvo acceso a L´École des Beaux-Arts.
A mediados de la década de 1870 viajó a Picardía, y se convirtió en alumno del pintor naturalista, de género rural, Désiré-François Laugée, con cuya hija, Marie Françoise Eléonore, se casaría en 1876, año en que expuso su primera pintura en el Salón de París.
A semejanza de Jean-François MilletBouguereau y Jules Breton, a quienes admira, Dupré es uno de los mejores pintores de la vida en el campo y  animales de su tiempo. Observó y pintó con fidelidad la vida de los campesinos, jugando con la luz. Dio profundidad a su pintura acentuando los efectos y haciendo resaltar la fuerza de sus obras.
Radicado por largo tiempo en el número 20 del Boulevard Flandrin en el sector XVI de París, solía abandonar su estudio para ir a pintar la naturaleza in situ, en la campiña.
Más conocido en los Estados Unidos, muchas de sus pinturas se encuentran en museos americanos. Expuso en el Salón de París con regularidad hasta su muerte y recibió la Medalla de Oro en la Exposición Universal de París de 1889 y la Legión de Honor en 1892.
Marion H. Speilman, en su artículo titulado "La vaca blanca" (La Revista de Arte) describe a Dupré como:
"... uno de los artistas de mayor crecimiento de la escuela francesa. Individual en su trabajo, preciso en calidad de observador, serio como un pintor, sano en sus instintos e intensidad artística, en sus impresiones y traducción de ellas... siempre es una de las atracciones en el Salón."
La crítica moderna ha reconocido la singularidad de las pinturas de Dupré en la representación de las campesinas francesas:
"Los temas de Dupre son inusuales en varios aspectos. Más que cualquier otro artista activo hasta el presente sus cuadros muestran a las mujeres vigorosamente agitando heno de la tierra, con las horquillas y rastrillos. Algunas de estas pinturas tienen vagamente títulos con el motivo genérico, como "campo de trigo," pero todos tienen, evidentemente, la intención de representar a la mujer hermosa llena de glamour en ropa colorida mientras arroja el heno con energía masculina. Vistos sus cuadros alineados, se pueden leer casi como fotogramas de una película documental.

En la mitad del siglo XIX, 1845, un grupo de pintores decide reunirse en el pueblito francés de Barbizon, cerca al bosque de Fontainebleau, para formar la “Escuela de Barbizon”. Este movimiento artístico fue creado como una respuesta antagónica al romanticismo imperante, romanticismo cuyos referentes eran Delacroix y Géricault.

Femme au soleil faneuse
Los fundadores de la “Escuela Barbizon” más conocidos son Corot,  Daubigny, Millet y Rousseau. Poco se sabe de uno de sus seguidores, años más tarde, quizás el más olvidado de la historia del arte francés, Julian Dupre. Basta que cualquier persona busque su nombre , para darse cuenta que no hay casí nada escrito sobre el, en ningún idioma. La única acotación que se encuentra es en el formidable reconocimiento a los artistas del siglo XIX, olvidados, que nos da “Bearded Roman”, esperemos que se adentre en la vida de este pintor para conocerlo y divulgarlo más.

 La recogida del heno

Pastoreando

La simple acción de salir de París e ir a instalarse a un pueblo olvidado expresa, de por si, una actitud rebelde. Rebeldía que, aparte de situarla en el plano de las artes, nos traslada, inevitablemente, al contexto social de esa Europa pobre e injusta del siglo XIX.

El descanso en el campo

El tiempo de la cosacha
El siglo XIX, en las artes y en Francia, estuvo dominado por el estilo Neoclásico de un grande de la pintura, como fue Jacques-Louis David . Una respuesta a este estilo fue el “Romanticismo” que ocupó el espacio de “vanguardia” hasta la llegada de los hombres de la “Escuela de Barbizon”.

 Lechera con vacas


Pastoreando
La llegada de la Obra del pintor inglés John Constable  al Salón de París en 1824, remeció Francia; que se maravilló por las escenas rurales tratadas de una forma tan innovadora, real y natural. Tanto fue el éxito que su cuadro “Carreta de Heno” logró la medalla de oro. Esta nueva forma de ver y tratar las escenas rurales fue la llave para que este grupo de jóvenes, y sus seguidores, salieran del “Academismo” y entraran a un lugar pleno de matices filosóficos, políticos y artísticos.
 Segadores-1886

Mujer llevando la comida
Con la división de las pinceladas, que nos llevan a ver la variación de los elementos lumínicos en el cuadro, Constable entrega a los franceses una forma nueva de tratar la paleta, forma que utilizaran los pintores impresionistas años más tarde.


 La joven lechera
Vemos en la obra de Dupre un tratamiento analítico de los personajes del Campo, tratamiento casi fotográfico de ese instante de trabajo y esfuerzo, que es la representación fidedigna del actuar del campesino. Millet es un referente a este modo digno de retratar la vida rural, como lo puede ser Dupre si tuviera el reconocimiento merecido. Es, en definitiva, poder ver en una Obra los sentimientos más íntimos del trabajador. Es sentir, viendo el esfuerzo o la tranquilidad del trabajador, su alma.

 Mujer sirviendo la bebida

 El desayuno de los segadores
La mujer campesina es el tema principal de este pintor “natural”, que no hace un planteamiento dramático o de denuncia social, sólo nos lleva al “momento” de su retrato.

 Las espigadoras
El valor de su Obra es traspasar el concepto de cuadro para llevarnos a ese estadio donde somos capaces de adentrarnos a su mundo interior; con un entorno de paisajes con cielos nubosos donde vislumbramos tenues rayos de Sol, bajo el cual trabajan estas esforzadas mujeres.


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